Cualquiera que «hable venezolano» puede entender frases como: «hoy viene a comer un batallón a la casa»; sin que eso tenga alguna implicación castrense. O esta otra de: «pasé muy rápido el «policía acostado» y se me dañó el carro» ; al hacer referencia a la interrupción de la carretera por una protuberancia del asfalto para reducir la velocidad. O «fulano de tal es costilla», cuando queremos decir que alguien es muy amigo. Y es que son muchos los venezolanismos que hay que explicar.
Para entender esos «venezolanismos» la Fundación Polar sacó una página que se titula: Diccionario visual del Español en Venezuela, bajo la autoría y cuidado del secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española, Francisco Javier Pérez, y con el aval de la Academia Venezolana de la Lengua.
Ilustradores venezolanos les dieron forma a palabras como araguaney, bahareque, carricito, -a, empanada, motorizado y pata, entre otras. Con diversidad de expresiones artísticas, estas voces fueron ilustradas por Lucas García, Manuel Vargas, Stefano Di Cristofaro, Mercedes Madriz, Eddymir Briceño, Yonel Hernández, Astolfo Mata y Michael Lecour. Y también incluye fotografías de Andrés Maner, Astrid Hernández, Efrén Hernández, entre otros talentos venezolanos.
La obra cuenta con una selección de venezolanismos en orden alfabético, organizadas con fines didácticos en catorce campos semánticos: la alimentación, el campo, la casa, la ciudad, el cuerpo, el deporte, la escuela, la familia, la naturaleza, la persona, el trabajo, las tradiciones, el transporte y el vestido. Asimismo, ofrece una guía didáctica descargable para adultos, facilitadores y docentes; diversidad de expresiones estéticas en ilustraciones, fotografías, sonidos, y, para los más pequeños, hojas descargables para colorear.