El presidente de Estados Unidos Donald Trump, aseguró este miércoles que «nunca» concederá la derrota frente al presidente electo, Joe Biden.
Durante un mitin frente a la Casa Blanca, Trump reiteró sus acusaciones, sin pruebas, de fraude electoral. Este mismo miércoles, el Congreso se reúne para validar el resultado de las elecciones de noviembre.
«No cederemos nunca, nunca concederemos la derrota», dijo Trump a los miles de manifestantes congregados a las afueras de la Casa Blanca para la marcha «Salvar a EEUU». «Detendremos el robo», remarcó ante los gritos de sus seguidores de «Cuatro años más».
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 6, 2021
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A primera hora de la mañana, Trump continuó la presión sobre su vicepresidente, Mike Pence, para que rechace la confirmación de la victoria de Joe Biden en la certificación del Colegio Electoral hoy en el Congreso.
States want to correct their votes, which they now know were based on irregularities and fraud, plus corrupt process never received legislative approval. All Mike Pence has to do is send them back to the States, AND WE WIN. Do it Mike, this is a time for extreme courage!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 6, 2021
Respuesta de Mike Pence
A pesar de la fuerte presión de Trump, el vicepresidente emitió un comunicado en el que rechaza cumplir la petición del mandatario estadounidense.
Pence señaló que luego de un «estudio de la Constitución», determinó que la presidencia de Estados Unidos «le pertenece solo al pueblo»; por lo que no puede tomar unilateralmente la atribución de obstaculizar la confirmación de Biden.
— Mike Pence (@Mike_Pence) January 6, 2021
La decisión de Mike Pence salva al país de entrar en una crisis institucional sin precedentes. Nunca antes en la historia del país un vicepresidente se ha negado a poner su firma a la decisión del Colegio Electoral.
Si bien se espera que varios legisladores republicanos objeten la elección en varios estados, el proceso no permitirá que obstaculicen la confirmación de Biden. Una vez se introduzcan las objeciones, ambas cámaras (Senado y Congreso) debatirán por separado durante 2 horas.
Para «voltear» el resultado de la elección, se necesita la aprobación tanto del Congreso como del Senado, pero la Cámara Baja está bajo control demócrata, que apoya al presidente electo Joe Biden.