El nuevo sistema de venta de gasolina impulsado por Nicolás Maduro continúa generando dolores de cabeza para los venezolanos, y los ánimos se están caldeando.
Las pruebas de los días lunes y martes resultaron ser un fracaso. Este miércoles la situación no luce diferente. Gigantescas colas, escasez, abusos y mal servicio; son algunos de los obstáculos que enfrentan los ciudadanos en Venezuela para poder surtir gasolina.
A pesar de que el régimen ha intentado tapar todas estas irregularidades, al calificar el nuevo sistema como «exitoso», la realidad en las calles cuenta un relato completamente distinto.
El ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, informó el lunes que a partir del martes todas las estaciones de servicio estarían funcionando desde las 5 de la mañana hasta las 5 de la tarde; pero esto no se cumplió.
Encargados de las estaciones de servicio alegan que no pueden abrir debido a que ya no cuentan con combustible. El cargamento despachado por el régimen tan solo duró un día.
Por otra parte, las estaciones que abren, lo hacen a horarios indeterminados. Este miércoles, pasadas las 9 de la mañana -4 horas más tarde de lo establecido- algunas estaciones permanecían cerradas a pesar de que cientos de usuarios estaban a la espera.
El régimen de Maduro anunció que existían 3 modalidades para la venta de gasolina en Venezuela. La primera subsidiada a través del sistema patria a 5.000 bolívares por litro (0.025$); la segunda a precio internacional 0.5 dólares por litro, y por último el subsidio del 100% para el transporte público.
Maduro aseguró que serían 200 estaciones de servicio en todo el país las que surtirían a precio internacional, sin restricciones. Sin embargo, para este tercer día del nuevo sistema, ya 20 estaciones del estado Miranda se sumaron a esta modalidad.
Cabe destacar, que a 0.5$ por litro, llenar un tanque de 40 litros saldría a 20$. El salario mínimo de Venezuela es equivalente a 4$ mensuales, por lo que para poder surtir en estas estaciones necesitarías 5 salarios.
En ese sentido, el diputado Carlos Valero aseguró que este sistema esconde «una gran estafa para el pueblo venezolano».
Las filas por gasolina parecen interminables en Venezuela, y el nuevo sistema de venta de gasolina no parece acabar con ellas. Algunos usuarios reportan que esperaron hasta 12 horas para poder surtir combustible.
La paciencia es un recurso que se agota, y eso parece que está pasando con los venezolanos. Este miércoles se registró una protesta en el estado Lara para exigir que las estaciones surtieran gasolina.
En el Distrito Capital, la tarde del martes un grupo de usuarios cerró la carretera panamericana que conecta a ciudades del norte con Caracas, luego de permanecer todo el día a la espera de que comenzara el servicio.
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