La salud mental de los pacientes psiquiátricos venezolanos está en paupérrimas condiciones desde hace al menos cinco años. La escasez de insumos como hipnóticos, sedantes, ansiolíticos y antipsicóticos dificulta la prestación de los servicios de cuidado profesional especializado.
Sumado a ello, la llegada de la pandemia en Venezuela incrementó las necesidades de atención psiquiátrica de los venezolanos.
En un comunicado de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría (SVP), fechado el 14 de diciembre del 2020, se asegura que el venezolano común padece de un «grave deterioro en su salud mental» por la cantidad de problemas que debe solucionar a diario.
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Además, el comunicado arguye que esta situación «se traduce en un significativo porcentaje de la población con afectaciones psicológicas y emocionales de toda índole (depresión, ansiedad, estrés patológico, ira, impulsividad, violencia y otros)».
Esto, explica la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, socava «en el individuo sus capacidades de afrontamiento, resolución y sano discernimiento«.
Hospitales arruinados
A esta problemática, hay que sumar el poco acceso a hospitales psiquiátricos en el país. 45 de los 48 recintos especializados no ofrecen la atención pertinente para los pacientes psiquiátricos porque están en ruinas.
Un estudio realizado por los especialistas en salud mental, reveló que 50% de las camas de hospitalización en los recintos de atención estaban operativas.
Mientras que solo atendían a un 24% de los pacientes. Una muestra de que no podían aprovechar la disponibilidad de camas para la totalidad de los pacientes.
Pedro Delgado, miembro de la SVP, aseguró que «la mayoría de los hospitales de salud mental o están inoperativos o están en una operación muchísimo menor a la demanda, eso es una realidad que existe prácticamente en todo el país».
Sin medicinas
A esta situación se suma la escasez del 100% en algunos hipnóticos. Así como la ausencia de dosis de sedantes, ansiolíticos y antipsicóticos necesarios para la atención de los pacientes, superior al 70%. Para la SVP esto es el resultado de la ausencia de políticas públicas en materia de salud psiquiátrica.
De igual forma, en el estudio, los especialistas en salud mental hallaron que varias de las personas que son abandonadas por las familias terminan en la indigencia.
Así también, se responsabiliza al gobierno por el manejo del sistema público de salud al desatender la problemática del país en la materia.
«A veces, los familiares, o porque no pueden manejar la enfermedad o porque el paciente se fuga y no lo consiguen. O simplemente porque se cansan y no tienen la posibilidad de seguirlo manteniendo, pues los dejan a la deriva», dice el especialista Delgado.
Ante las afecciones mentales agudas, las familias recurren desesperadas a cualquier asistencia en sanidad mental que aporte los tratamientos de sus seres queridos.
Sin asistencia pública, sin medicamentos y sin posibilidades de más alternativas, la familia lucha por sobrevivir en Venezuela sin abandonar a sus consanguíneos en las calles del país. Una realidad insostenible.