La Justicia rusa impuso hoy al líder opositor Alexéi Navalny una pena de tres años y medio de prisión al hacer efectiva una sentencia suspendida de 2014 que fue calificada de arbitraria por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
La jueza del caso dictaminó que Navalny, que volvió a Rusia en enero tras recuperarse del envenenamiento con el agente químico Novichok; violó la libertad condicional al no personarse el pasado año ante la autoridad competente.
El juicio
Navalny aseguró hoy durante el juicio en su contra que el presidente ruso, Vladímir Putin, «pasará a la historia como envenenador».
«A la historia (Putin) pasará precisamente como envenenador»; dijo en su turno de palabra Navalny, que acusa al jefe del Kremlin de ordenar su envenenamiento con el agente químico Novichok en agosto de 2020.
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Navalny recordó que ha quedado demostrado que «Putin cometió este intento de asesinato».
«Sabe usted, hubo un tal Alejandro (II) el Libertador y un tal Yaroslav el Sabio. Y nosotros tendremos a Vladímir el Envenenador»; aseguró.
El opositor subrayó que «todos se han convencido de que él (Putin) es un simple funcionario de tres al cuarto; que fue puesto en el cargo por casualidad. Nunca ha participado en un debate. Su único medio de lucha es el asesinato».
Aunque la fiscal pidió una advertencia para el opositor y la juez le instó a no entrar en política; éste aseguró que el proceso contra su persona persigue «intimidar a millones»; pero que él confía en que la gente no se dejará «amedrentar».
«Esto no es una demostración de fuerza, sino de debilidad. No se puede encarcelar ni a cientos de miles ni a millones«, afirmó.
Además, Navalny, que fue detenido a mediados de enero a su regreso de Alemania, donde se recuperaba del envenenamiento, exigió la liberación inmediata para él y todos los presos políticos.
«Mi vida vale tres centavos. Pero voy a hacer todo lo posible para que la ley prevalezca y saludo a toda la gente honesta que no tiene miedo de salir a las calles en todo el país», señaló.
Más de 230 personas fueron detenidas hoy en las inmediaciones del Tribunal Urbano de la capital rusa; donde hay estrictas medidas de seguridad.
El Kremlin ha rechazado todas las críticas occidentales a la detención de Navalny y al desproporcionado uso de la fuerza por parte de la policía contra los manifestantes en las multitudinarias protestas del 23 y 31 de enero en apoyo del opositor; en las que fueron detenidas casi 10.000 personas.