El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, recibió este lunes la vacuna contra el COVID-19 en público, en un intento de crear confianza entre los estadounidenses sobre la seguridad del preparado.
«No hay nada de qué preocuparse», dijo Biden delante de las cámaras de televisión.
Al demócrata se le aplicó la primera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech en Delaware, específicamente en el Christiana Care Hospital de Newark.
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Biden, de 78 años, estuvo acompañado por su esposa, Jill Biden, quien se vacunó de primera, según explicó el propio mandatario electo.
«Estoy haciendo esto para demostrar que la gente debe estar preparada, cuando esté disponible, para tomar la vacuna», siguió diciendo el político.
Agradecimientos a la administración Trump
En su breve discurso, Joe Biden también quiso agradecer a los científicos y sanitarios por su trabajo durante la pandemia.
«Les debemos mucho, realmente se los debemos», manifestó.
Asimismo, quiso reconocer los esfuerzos de la Administración del presidente saliente Donald Trump a la hora de impulsar el desarrollo de la vacuna.
«Creo que la Administración se merece algo de crédito en iniciar esto con la Operación Warp Speed», indicó Biden.
La carrera por la vacuna
Warp Speed (Velocidad Máxima) es la operación lanzada por el Gobierno de Estados Unidos, con la colaboración del Pentágono, para facilitar y acelerar el desarrollo, la fabricación y la distribución de las vacunas contra el COVID-19.
El viernes, el vicepresidente saliente, Mike Pence, y los líderes del Congreso, la demócrata Nancy Pelosi y el republicano Mitch McConnell, recibieron el suero de Pfizer contra el coronavirus.
La Casa Blanca no ha revelado si Trump, que contrajo el COVID-19 en octubre y que se recuperó tras tomar un cóctel experimental de anticuerpos, recibirá el preparado.
Biden también instó a los estadounidenses a escuchar las recomendaciones de los expertos.
«Y si no tienen que viajar, no viajen, no viajen. Es realmente importante porque aún estamos en lo peor de esto», expresó.
Estados Unidos empezó este lunes a administrar la vacuna de la farmacéutica Moderna, la segunda en recibir autorización de emergencia tras la de Pfizer.
El país es el más afectado del mundo por la pandemia con más de 17,9 casos confirmados y más de 318.000 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
En Conexión/ EFE
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