Si existió una voz de la narración deportiva venezolana que trascendió fronteras, alcanzando el estatus de leyenda, ese fue Marco Antonio “Musiú†Lacavaliere. Su aporte a la radio y la televisión es importante . Por ello, en la semana del 25 aniversario de su muerte, lo recordamos con el honor que merece.
Musiú Lacavaliere (Caracas, 30 de enero de 1924) se codeó con los peloteros más importantes de las Grandes Ligas. Todo ello lo alcanzó en la cúspide de una carrera meteórica en el micrófono que inició en su etapa de estudiante en Chile.
Él condujo en la emisora Radio Cervantes su primer programa llamado “Gran Colombiaâ€. Posteriormente, trabajó en Radio Prat CB97 en el programa “Bajo el cielo del trópicoâ€. Fue el primer venezolano que obtuvo carnet de locutor internacional.
A su regreso a Venezuela terminarÃa de consolidarse en los medios trabajando en Radio Caracas Televisión. Participó en los programas “Desayuno Musicalâ€, “85936†y “Tijeretazos del Dialâ€. Pero su gran pasión estaba en la pelota y asà se dio a conocer al continente americano.
Con su gran amigo Pancho “Pepe†Cróquer, conocido como “La Voz de Américaâ€, compartió transmisiones de Béisbol. Viajó a Estados Unidos, donde conocerÃa a famosas leyendas junto con el narrador Buck Canel y el comentarista “Felo†MartÃnez.
Entre los peloteros que conoció estuvieron Ted Williams y Lou Boudreau, de los Medias Rojas de Boston. Musiú Lacavaliere se dio el gusto de entrevistar a Mickey Mantle de los New York Yankees y a Frank Robinson de los Orioles de Baltimore.
Pero uno de los recuerdos más destacados de su extensa carrera fue compartir con Luis Aparicio, la primera gran leyenda venezolana en las Grandes Ligas. Todas estas figuras son parte del Templo de los Inmortales en Cooperstown.
Pero más allá de la pelota, la dupla Lacavaliere-Cróquer también fue célebre por la narración de peleas de boxeo. De hecho, juntos narraron en 1949 el combate por el Campeonato Mundial entre Sandy Sadler y Willy Pep; nada más y nada menos que desde el Madison Square Garden de Nueva York.
Lacavaliere también fue un apasionado de la música
Entre los shows musicales que animó Marco Antonio estuvieron “A gozar muchachosâ€, asà como “Fiesta Fabulosa†con la destacada orquesta “Billo´s Caracas Boysâ€. Todas fueron experiencias de una vida extraordinaria que continuó sumando páginas a un libro memorable.
Una de ellas fue en el Juego de las Estrellas de 1956 en el que Buck Canel le dio la oportunidad de narrar medio inning. Impresionado por su performance, Canel le dijo “continúe†y terminó completando la entrada. En aquel juego se impuso la Liga Nacional sobre la Liga Americana (7-3).
En Venezuela, fue por años el narrador oficial del circuito radial de Los Tiburones de a Guaira, con comentarios de Tom González. Los radioyentes gozaban de las ocurrencias del Musiú y con su sentido del humor.
Entre las frases más recordadas de Musiú Lacavaliere tenemos: “¡Epa, mi pueblo!â€, “Venga pa´que lo veaâ€, “¡Ese no va pa´l baile!, “Distancia y categorÃaâ€, “¡Swing y fallaaa!â€, entre muchas otras. Todo un personaje que se ganó el corazón de los venezolanos.
El «batazo de la suerte»
Uno de sus programas icónicos fue «El Batazo de la suerte», un programa de concursos que tuvo muchÃsima audiencia.
Quienes lo recuerdan, valoran su compromiso social, sentido del humor y compañerismo. También que fue muy cercano al locutor y presentador Renny Ottolina, y los comerciales que protagonizó, destacando el de la empresa de trajes Montecristo.
Lacavaliere falleció en Caracas el 23 de noviembre de 1995 a causa de un cáncer. Es indudablemente un venezolano que nos llena de orgullo por su persona y los éxitos profesionales cosechados.
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