Es común que nuestros padres o abuelos nos digan que antes se vivía mejor. Que en el pasado se vivían mejores tiempos y en el presente se ha perdido algo, nadie sabe qué, pero hay una esencia que se ha perdido.
Eso pasa con los deportes. Nos la pasamos recordando y añorando a las estrellas del pasado, a los momentos, partidos o jugadas que se nos quedaron en la retina y permanecerán durante toda nuestra vida.
Eso está pasando en gran medida con el béisbol. Hace unos días compartí un café varios señores mayores conocedores de la materia y al hablar de la temporada del béisbol venezolano todos coincidieron: “esto es una caimanera”, “prefiero ver a los niños jugar que ver ese campeonato”.
En definitiva el béisbol venezolano ha bajado de nivel en las últimas temporadas por muchos factores: económicos, situación país, gerencia deportiva, entre otros. Sin embargo, acabamos de vivir unas series semifinales que nos hicieron recordar el béisbol de antaño. Dos series épicas y estrambóticas. Ambas llegaron a siete juegos y por fin se vivió la emoción y el suspenso que muchos estábamos buscando. Esperemos que la final entre Caribes y Cardenales sea igual.
La añoranza del béisbol del pasado no solo es con el venezolano. Pasa algo similar al ver las Grandes Ligas. Nuestros padres y abuelos recuerdan la gran maquinaria roja de los años 70 o la Serie Mundial de 1981, entre los Dodgers y los Yankees, por solo mencionar dos escenarios.
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Por mi parte, la antología se remonta a los años 90 ¿Quién no puede recordar a los Yankees de Joe Torre; a la rotación de los Bravos de Atlanta con Greg Maddux, Tom Glavine y John Smoltz; o a los Indios de Cleveland con Jim Thome, Manny Ramírez y Omar Vizquel.
Hace poco falleció uno de los íconos de este deporte: Tom Lasorda, uno de esos peloteros que se mantuvo en los Dodgers toda su carrera y también como manager, algo que ya no se ve.
Lasorda reflejaba todo del viejo béisbol. Era un manager de esos gruñones, barrigones y experimentado, esos viejos que se las sabían todas. Ahora un pelotero se retira y al próximo año podría llegar a ser manager.
Las teorías también se han perdido. Actualmente, los campo cortos tienen que ser hombres de fuerza y el segundo bate también ¿Dónde quedó ese béisbol tradicional donde tocabas la pelota para avanzar al corredor de primera base? ¿Dónde quedó la estrategia? Pareciera que hoy en día solo se trata de dar grandes batazos.
Sin embargo, en la vida todo es transitorio, todo cambia y evoluciona. Solo es cuestión de adaptarnos y seguir viendo béisbol, aunque la nostalgia del pasado esté presente.