El Real Madrid despeja las dudas. Después de dos derrotas seguidas contra el Cádiz y el Shakhtar, el conjunto merengue resurgió de sus cenizas al golear al Barcelona 1-3 este sábado, en el estadio Cap Nou.
Aunque ambos equipos llegaron en horas bajas, demostraron un gran nivel futbolístico. Desde el primero minuto, el encuentro fue de ida y vuelta. En los primeros compases del partido, el Madrid se adelantó en el marcador con un gol del uruguayo Federico Valverde.
La alegría les duró muy poco a los dirigidos por Zinedien Zidane, ya que el empate llegó tres minutos después con un acto de magia del joven Ansu Fati.
El resto del primer tiempo fue muy igualado con oportunidades para cada equipo. Neto y Courtois tuvieron oportunidad de lucirse en la portería. Al final, los primeros 45 minutos terminaría con paridad en el marcador.
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El segundo tiempo comenzaría de forma intensa. Ambos equipos llegaban al arco con oportunidades claras. Sin embargo, el punto de quiebre fue en el minuto 63, cuando Clement Lenglet cometió penal. El encargado de convertirlo en gol sería el capitán Sergio Ramos.
Zidane y su colega Ronald Koeman movieron los banquillos, pero al final Luka Modric tendría la llave para cerrar el partido con un gol lapidario.
Así finalizó el primer clásico de la temporada. El Real Madrid resurgió de las cenizas y Koeman sigue armando el rompecabezas del Barcelona, pero no consigue las piezas.
Con esta victoria, los merengues ascienden a la cima de LaLiga con 13 unidades, a la espera de que la Real Sociedad juegue su partido. El Barcelona se mantiene en la posición 12 con tan solo 7 puntos.