El activista político y exguerrillero Carlos Lanz fue secuestrado y desaparecido por sicarios y posteriormente asesinado por orden de su esposa, Maxyorisol Cumare Sequera, dijo este 6 de julio el fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente de mayoría oficialista, Tarek William Saab, durante una rueda de prensa desde la sede del Ministerio Público.
Sin embargo, más allá de las declaraciones, todavía hay más sombras que luces en el caso.
Zair Mundarain, abogado y criminalista, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Carlos Lanz es una persona que ha sido idealizada por el régimen de Venezuela, precisamente por haber participado en varias luchas, algunas de ellas bastante violentas y al margen de la ley en los años 70 y 80, lo que le hizo ser una suerte de hito revolucionario que dependía de los ideales de la izquierda revolucionaria que durante muchos años atentó contra las instituciones y las leyes”, dijo Mundaray.
Lanz fue el responsable, junto a Jorge Rodríguez padre del secuestro de William Niehous.
“También fue acusado de asaltos de bancos, tenencias de armas, atentados contra instituciones policiales. Tenía un largo historial de actividad criminal, pero durante el gobierno chavista pasó a dirigir Alcasa y además se le mitificó como una figura propia del ideario revolucionario y es ese tipo de cosas que hemos visto”, apuntó.
Lanz desapareció en agosto del año 2020 y no se sabía nada hasta este momento.
“Si lo analizamos desde la perspectiva de la investigación, podemos decir que no se hizo nada. Si constatamos las declaraciones de Tareck William Saab, nos damos cuenta que se trata de una investigación que estaba absolutamente paralizada, porque lo primero que se investiga ante este tipo de desapariciones es el entorno. Luego de dos años, involucra al entorno familiar en una truculenta historia que puede ser verdad o mentira, pero carece de pruebas. Se hace un planteamiento en una rueda de prensa llena de improvisaciones y que falta a los deberes constitucionales que tiene el Ministerio Público que es investigar con criterios científicos. Creo que también había una gran presión, porque en estos años familiares y amigos señalaron a miembros del estado como posibles autores de la desaparición. A mi modo de ver hay mucha duda con estas declaraciones”, agregó.
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Después de dos años de silencio, Tracke William Saab da una larga rueda de prensa que varios analistas la han calificado de “morbosa”.
“Tareck William Saab indica que el caso tiene semejanza con la investigación de los casos de Tumeremo y Barlovento, lo cual es absolutamente incoherente. Es decir, comenzó mintiéndole al país, porque él no tuvo participación en ninguna de esas dos masacres. Además, cometió algo que jamás un fiscal haría, y es que confiesa ante el país que interrogó ilegalmente a personas detenidas y con polígrafo. Esto es una barbaridad, porque el polígrafo ha sido elemento de cuestionamiento y atenta contra el estado de derecho. El confiesa que comete estas dos violaciones del debido proceso. A partir de esos interrogatorios es que se construye todo el andamiaje de la supuesta investigación”, manifestó el experto.
El abogado también resaltó que para determinar que una persona murió por arma de fuego, lo primero que hay que hacer es un estudio científico de anatomía patológica.
“Lo único que tiene Tareck William Saab es la confesión de un supuesto sujeto, que sabemos que de manera inconstitucional está siendo objeto de presiones para que cuente una versión. Luego plantea un móvil que no es viable, porque no hay tal móvil, ya que solo dice que Carlos Lanz iba a denunciar a su pareja por supuestos hechos de corrupción y que además tenía relaciones extramaritales. Algo de lo que no tiene ninguna prueba. Es una cantidad de disparates que le dicen a uno que no hay investigación”, enfatizó.
Finalmente, Mundaray destacó que desde el punto de vista institucional lo que hay es un esfuerzo por tratar de dar una versión que sea creíble.
“Desde mis perspectiva, hay muchas cosas que no sabemos porque no se investigaron y no se realizó una investigación científica y objetiva en este caso. Detrás de esto hay intereses de personas que no quieren que cosas se sepan y por eso se exhiben estas imprecisiones. Lo que hay un inmenso vacío y un encubrimiento por parte del estado en el caso de Carlos Lanz”, puntualizó.