Tres minutos de golpes. Eso enfrentó Tyre Nichols, provenían de cinco oficiales de policía, quienes además le lanzaron gas pimienta y le golpeaban con sus porras policiales.¿por qué? aparentemente por no detenerse en una señal de tráfico.
Escribe Charles M. Blow en The New York Times sobre la muerte de Tyre Nichols, y su relación con los antecedentes de otros abusos policiales, el Black Lives Matter y la promoción como espectáculo del vídeo de la cámara incorporada en los trajes de los policías que golpearon a Nichols. Blow lo titula “La Muerte de Tyre Nichols es la vergüenza de Estados Unidos”
Señala el columnista que “el espectáculo de una cuenta atrás televisada para la presentación del vídeo en el que Tyre Nichols… no solo teatraliza la muerte de Black; es una acusación condenatoria de la perversión estadounidense”.
Todo ocurrió el 7 de enero pasado, como lo describen los medios y se pudo ver en el material audiovisual.
A las 8;24 pm un oficial ordena a Nichols detenerse y salir del auto.»Yo no hice nada», dice Nichols, mientras los oficiales lo sacan del asiento del conductor. Le ordenan que se tire al suelo y él obedece. Sentado en el suelo de espaldas al auto, mira a la policía y dice lentamente: «Detente».
«Está bien, está bien», continúa, mientras un oficial le apunta con un Taser. Le ordenan repetidamente que se acueste, luego que se dé la vuelta y se ponga las manos en la espalda.»Ustedes realmente están haciendo mucho en este momento», dice Nichols. «Solo estoy tratando de ir a casa».
No parece responder a la orden de acostarse boca abajo, y se muestra de costado cuando un oficial usa lo que parece ser un spray de pimienta. En ese momento, Nichols parece luchar para liberarse del agarre de los oficiales y ponerse de pie, corriendo mientras disparan una pistola paralizante.
Alrededor de las 8:26 p. m., según una marca de tiempo en el video, se quita la camisa y sale corriendo.A las 8:33, otras dos cámaras corporales muestran a los oficiales abordando a Nichols en otra intersección. Una cámara corporal parece caerse, y la pantalla muestra una oscuridad borrosa durante varios minutos antes de que un oficial la levante y se pueda escuchar decir: «Él está en algo«.
Otro oficial corre y jadea, como se ve en su cámara. Mientras tanto se ve en otras cámaras que la lucha continúa, con dos hombres encima de Nichols, exigiendo que les dé las manos repetidamente.
Se le puede escuchar a Nichols llamando a su madre, pero no parece permitir que los oficiales le pongan las esposas. Otra vez usan el spray, se ve cómo se tambalea un oficial, aparentemente después de que también lo golpea, retrocede antes de regresar con un bastón, y le dice «Cuidado, voy a usar un bastón para que te jodan», regresa a la pelea, con los oficiales aún sujetando a Nichols.Durante varios segundos repite «¡Danos las manos!» Nichols se ve flácido o aturdido, y se puede ver a otro oficial golpeándolo en la cara.La cámara de superior parece mostrar a los oficiales golpeando, pateando y golpeando a Nichols con un bastón o porra policial varias veces.
Alrededor de las 8:37, finalmente se bajan de él y lo muestran esposado en el suelo, retorciéndose. La policía lo detiene al costado de un automóvil y lo apoya contra él, y casi 3 minutos más tarde, los médicos parecen comenzar a tratar sus heridas.
Tres días más tarde, Nichols, un joven afroamericano de 29 años, muere como resultado del ataque inhumano de cinco policías también de color..
Como señala el columnista Blow en The New York Times: “Después del asesinato de George Floyd en 2020 y el histórico verano de protesta que siguió, los asesinatos policiales de ciudadanos estadounidenses no disminuyeron; aumentaron. Lo que se escapó fueron los aliados evanescentes, los políticos que persiguen encuestas y los jóvenes encerrados con Covid que habían utilizado las protestas como una oportunidad para congregarse.
Incluso el apoyo de los negros al movimiento Black Lives Matter finalmente comenzó a caer. Y a medida que los estadounidenses cambiaron a otras prioridades como la política y la economía, el público en general se desensibilizó a los asesinatos policiales, o comenzó a verlos como incidentes desafortunados pero en última instancia aceptables, muy necesarios en un momento de creciente crimen.”
A pesar de todo lo que significó la muerte de George Floyd, las reformas policiales para proteger a los ciudadanos, sobre todo a las personas de color, de los abusos, no se concretaron, los políticos se enfrentaron a otros temas como la inflación y el aumento de la criminalidad. y ¿Qué aprendieron los afroamericanos?
Como advierte Blow: “…se les enseñó que para algunos, el interés en su seguridad había sido simplemente un último tuit, que el aliado podía ser transitorio y transaccional”
Sí, los videos sobre el violento asalto a la humanidad de un ciudadano son una vergüenza, pero también que no se hayan concretado reformas para que no vuelva a ocurrir este desmadre. Hacer de esas imágenes un espectáculo nos devuelve a los tiempos del circo romano, donde la vida era tan efímera como la arena.¿será de arena el compromiso de los políticos también ahora?
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