¿Tiene la oposición la capacidad para reconectar su discurso con la sociedad venezolana?

Para Oswaldo Ramírez Colina, director de la consultora ORC, la oposición no ha podido estrechar la brecha entre expectativa y realidad. “La responsabilidad de cualquier gobierno es la de proveer soluciones a los problemas de la gente y hay muchas personas que le están pasando factura al llamado gobierno interino por no hacerlo”.

Ramírez manifestó que, como la promesa de materializar un cambio político a corto plazo no ha sido concretada, hay cierta frustración en la gente. “Esto genera un proceso de desapego, no hay esperanza que la política pueda resolver los problemas a la gente”.

Oswaldo Ramírez Colina, consultor político y director de ORC, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.

“En nuestro más reciente estudio, cuando se tocaba el tema de la definición política, el resultado fue que 25% se definía como opositor. Esto tiene unas gradientes bastantes amplios y un 16% se definió como oficialista. 59% del país dijo que no estaba con nadie. La realidad es que estamos viendo un país en el que las coaliciones políticas dominantes existen todavía. Hay una coalición de facciones dentro del oficialismo, pero al ver el otro lado del espectro, no se encuentran unos referentes claros en relación hacia dónde va el futuro y cómo se conduce la energía hacia ese futuro”, dijo Ramírez Colina.

Justamente se habla de primarias, pero todavía no están claras las reglas ni la fecha de participación.

“Curiosamente el país en general, quiere participar en primarias. No obstante, no se encuentra un referente de liderazgo para decir por quién va a votar”, apuntó.

La sociedad venezolana no solo se ha divorciado de la política, pareciera que está resignada hasta cierto punto.

“Solo 15% del país cree que Venezuela se arregló. Incluso, cuando lo vemos entre las personas definidas como oficialistas, esto lo cree solo el 51% y el 49% no se lo cree. Siguen estando las condiciones de  migración forzada. La gente se desencantó de la política, pero el riesgo es que se desconecte de lo público y se despolitice. Finalmente, lo que interpretamos ante la posibilidad de un rebote económico, la realidad es que esto no está cambiando a toda la población. Mucha gente está concentrada en tratar de tener un salario digno, que le alcance el dinero. Hay venezolanos regresando, pero eso no es una realidad en todos los sectores económicos”, añadió.

En cuanto al posible líder de la oposición y los nombres que comienzan a sonar, Ramírez Colina expresó que el estudio evaluó en términos de agrado y desagrado.

“Lo primero es que, prácticamente, de manera longitudinal, tanto en el espectro de los dirigentes oficialistas, como de los dirigentes que no comulgan con el régimen, la primera realidad es que tienen como promedio entre 55 y 57% de desagrado. El mayor agrado está para Nicolás Maduro en 13.2%, y el mayor agrado en la oposición está para Henrique Capriles con 7.3%, junto a otras figuras como Guaidó que tiene 6.1% de agrado.

El experto señaló que la constante es que el desagrado sea mayor que el agrado.

“Es parte de un fenómeno que estamos analizando que se trata de orfandad de liderazgo, no solo en lo político, sino que esto se extiende a liderazgos sindicales, empresariales, religiosos, y de opinión. Hay gente que dice que no cree en nadie. Esto es un fenómeno social”, explicó.

Finalmente, Ramírez Colina destacó que el ciudadano del común tiene dos opciones, la primera es defender el feudo desde el punto de vista individual, o comienza un proceso de tener un tejido social.

“El gran reto del ciudadano es tratar de no desapegarse de lo público”, puntualizó.