Suprimir el voto, no puede ser la salida

FA/CMR

La contienda electoral no termina, cambió de terreno. Ahora es un asunto de pericia y experticia legal. Parte de una estrategia que se inició antes de las propias votaciones, cuando ya habían introducido 300 demandas judiciales.

Leemos en Propublica,la plataforma o sala de redacción independiente sin fines de lucro que produce periodismo de investigación, “Esto es lo que pasará si Trump intentáse lograr una victoria electoral mediante demandas”

En la pieza informativa, del abogado y periodista Ian MacDougal, que “Es bastante fácil para la campaña de Trump demandar por irregularidades, pero es mucho más difícil presentar pruebas de irregularidades o un argumento jurídico convincente”

El miércoles se presentó una demanda en Pensilvania donde se alega que ese estado infringió la ley al permitir que los votantes con boletas por correo defectuosas, las corrigieran. El caso se sustenta en 93 boletas de más de 6 millones ya contadas.

En el artículo citan a Justin Levitt, profesor de la Escuela de Derecho Loyola en Los Ángeles.  «Una demanda sin hechos comprobables que demuestren una infracción reglamentaria o constitucional, es solo un tweet con tarifa de tramitación”

El miércoles 4 de noviembre, el presidente Donald Trump dijo que solicitará a la Corte Suprema que se suspenda el recuento de las papeletas porque la elección ha estado plagada de fraudes, pese a afirmar, sin pruebas, que había ganado un segundo mandato, contando a Georgia y Carolina del Norte en ese triunfo..

“Iremos a la Corte Suprema de EE.UU.”“En lo que a mí respecta, ya hemos ganado”

Pero atención el recuento de votos legítimos no es fraude.

Como señala Levitt, “La campaña de Trump tendría que presentar una demanda con un tribunal estatal o federal y, eventualmente, apelar un fallo adverso ante el tribunal superior. En el camino, como lo sugiere la anécdota del tribunal de Pennsylvania, la campaña tendría que presentar evidencia para respaldar su querella y, hasta el momento, no existe evidencia de fraude en los conteos en marcha, los cuales a menudo continúan más allá de la noche de las elecciones”.

La Corte Suprema no se pronuncia sobre litigios concretos ni sobre propuestas abstractas, sino después de que las instancias inferiores hayan dictaminado sobre el tema.

El miércoles, el presidente  Trump,  presentó demandas en Pensilvania y Michigan, y pidió contar de nuevo los votos en Wisconsin.

La demanda en Michigan  exigía que se ordenara que los funcionarios electorales dejaran de abrir las boletas enviadas por correo y de tabular votos hasta que se concediera a los funcionarios de la campaña un “acceso significativo” para observar el proceso, sin explicar cómo  los funcionarios electorales les limitaron el acceso, además solicitaba que les permitieran  «revisar las boletas que se abrieron y contaron cuando no tuvimos acceso significativo», esperando encontrar algún tecnicismo que pueda servir para impugnar las boletas. Una petición similar se presentó en un tribunal del estado de Pennsylvania. 

El equipo de Trump, piensa hacer lo mismo  con las boletas de Carolina del Norte y Georgia, pero como nos señaló José De Bastos impugnar en una elección tan reñida no marcaría una diferencia radical en el resultado.

Lo que luce insólito es que muchas de esas demandas son acciones que podrían ocultar su verdadera intención que es suprimir el voto de los votantes demócratas. Por ejemplo en Nevada, la demanda aspiraba bloquear temporalmente  el uso de máquinas para acelerar el proceso de cotejo de las firmas de los electores y los registros del estado, de las boletas de votación por correo del condado de Clark, sede de las Vegas, casualmente una zona con mayoría de electores demócratas. La Corte Suprema estatal unánimemente denegó la solicitud.

Como señala, el columnista de The Washington Post, Dana Milbank,  esa ha sido la estrategia de campaña del equipo de Trump, reprimir los votos de su oponente en los estados clave:

“Lucharon contra el voto en ausencia a pesar de la terrible pandemia.Sabotearon el Servicio Postal de los EE. UU. para que las boletas por correo no fueran devueltas a tiempo.Presentaron una solicitud para que no se contasen las boletas que, aún selladas antes del 3 de noviembre, llegaran tarde a los centro de conteo. Demandaron limitar los días de votación anticipada.Restringieron los sitios de entrega de boletas para poner en desventaja a los condados más grandes  donde eran mayoría los votantes demócratas”.