A última hora de la tarde del domingo, se reabrió al tráfico del enlace comercial más transitado de Norteamérica poniendo fin a un bloqueo de seis días: el puente Ambassador en Windsor, Ontario, que transporta unos 360 millones de dólares al día en cargas bidireccionales, el 25% del valor de todo el comercio de mercancías entre Estados Unidos y Canadá.
Las protestas del “Convoy de la Libertad”, tenían como motivación la oposición de los camioneros canadienses a un mandato de vacunación o cuarentena para los conductores transfronterizos. Aunque se ha abierto el paso, las protestas continúan con temas relacionados a las restricciones más amplias del COVID-19, al impuesto sobre el carbono y otras cuestiones, con personas que se unen en coches, camionetas y vehículos agrícolas.
¿Por qué se dan las protestas de camioneros en lugares como Canadá donde no ha habido precedentes y la mayoría de los choferes de camiones están vacunados?
La Canadian Trucking Alliance se ha distanciado de las manifestaciones, diciendo que la mayoría de las personas involucradas no son camioneros.
Aunque no es la protesta más grande que Ottawa o muchas otras ciudades canadienses hayan tenido en el pasado, si lo es en términos de la forma en que se da. No es común el uso de vehículos para paralizar grandes partes de una ciudad o para bloquear fronteras internacionales desde Canadá.
También hay manifestaciones con vehículos en París y hoy en Bruselas. Se esperaba que llegaran muchos coches desde Francia, donde la policía de París empleó gas lacrimógeno el sábado contra un puñado de manifestantes en la Avenida de los Campos Elíseos que desafiaron la orden policial al participar en una protesta con sus vehículos.
Pero, los grupos de vigilancia y los analistas en Canadá y Estados Unidos, han notado que varios de los principales organizadores de las manifestaciones en Canadá pertenecen a grupos antigubernamentales, tienen vínculos con la extrema derecha y con teorías de avanzadas conspiración.
Michael Kempa, criminólogo de la Universidad de Ottawa dijo al The Washington Post: “Es algo tan sin precedentes que mientras lo observábamos, y mientras la policía y el gobierno lo veían acercarse, no pudieron reconocerlo por lo que era…Estaba figurativamente fuera de nuestro marco conceptual de lo que era posible para la ciudad de Ottawa o para una protesta en Canadá.”.
Según le dijo el jefe de policía de Ottawa, Peter Sloly, a Amanda Coletta, corresponsal de The Washington Post en Canadá, ha habido «un rol significativo» de los Estados Unidos, que ha desempeñado un papel en la organización y financiación de las protestas. Sin embargo, él y otros funcionarios canadienses no proporcionaron más detalles.
Recordemos que la protesta canadiense recaudó cerca de 8 millones de dólares antes de retirar la solicitud porque se había vuelto ilegal.Como GoFundMe carece de verificación de identidad, es casi imposible averiguar quién lo financia exactamente. Pero hay algunas pistas.
El fiscal general de Texas, Ken Paxton, dijo que «los tejanos patrióticos donaron a la noble causa de los camioneros canadienses usando GoFundMe». Otros han hecho su esfuerzo a través de sus campos de acción o de las redes sociales.
¿Estarán los rusos, las redes de grupos de extrema derecha detrás de estas manifestaciones? En todo caso, ¿ a quién benefician las consecuencias políticas y económicas que dejan estas acciones?
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