Las protestas y las muestras de apoyo al escritor y premio Cervantes nicaragüense, Sergio Ramírez, se multiplican después de que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, haya dictado una orden de detención para el escritor, al parecer porque le ha incomodado su novela “Tongolele no sabía bailar”.
El doctor Álvaro Leiva Sánchez, secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense Pro-Derechos Humanos, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
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“El tema del escritor nicaragüense no es un tema personal, él es una víctima más de las violaciones de derechos humanos en Nicaragua. La realidad es que estas acciones de odio e intolerancia que ha demostrado el régimen Ortega-Murillo, demuestra el odio que le tiene a los ciudadanos que levantan la voz hacia la democracia”, indicó Leiva Sánchez.
Para el analista el comportamiento de Daniel Ortega ante el libro “Tongolele no Sabía Bailar” es una muestra de su intolerancia.
“Es una conducta que se dio en tiempo del somosismo, quien regulaba el ingreso de obras literarias que consideraba hostiles a su línea ideológica y política. 40 años después pasa lo mismo. Daniel Ortega ya es un dictador intolerante que reprime y promueve la indolencia. Todo aquel que tenga la osadía de hacer una crítica, se convierte en objetivo de una persecución, exilio o asesinato”, puntualizó.