Estudios recientes como los de Roberto Stefan Foa y Yascha Mounk en su texto “El peligro de la desconsolidación: la desconexión democrática”han encontrado que el apoyo a la democracia parece estar disminuyendo, incluso entre las democracias establecidas. Esto explicaría el ascenso mundial de líderes de extrema derecha y derecha, populistas y partidos o movimientos antisistema. Ante estas circunstancias, algunos historiadores y politólogos han advertido del riesgo de que la desconexión y desprendimiento de la democracia constituyan el preludio de procesos de “desconsolidación” de los regímenes democráticos, por muy arraigados que éstos estén.
Algunas de las organizaciones especializadas en la investigación de la opinión pública más influyentes en la región como Latinobarómetro coinciden en señalar que ha aumentado el descontento, la insatisfacción ciudadana y la desconfianza en las instituciones políticas
En esta región, en promedio, la proporción de ciudadanos que descarta que la democracia sea el régimen político ideal supera cada vez a más de la mitad de la población. Sin embargo, a partir de los datos agrupados de cuatro encuestas consecutivas de la Corporación Latinobarómetro, la expresión de desapego se ha producido en democracia en la que se incrementa la preferencia por el autoritarismo, así como la indiferencia política: cuando los individuos les da lo mismo” a sistema que otro.
América Latina enfrenta una corriente política compleja: nuevos líderes como caudillos, populistas de derecha e izquierda, figuras emergentes y movimientos sociales.
Esta situación impide que los países de la región rompan con este ciclo de populismo, que ha resurgido con fuerza en los últimos años porque es una forma de politizar las desigualdades y ofrecer esperanza ante promesas que no se cumplen.
En el caso de Brasil que va a las elecciones se enfrentan dos visiones excluyentes del país. Dos formas de populismo, dicen algunos.
Para los populistas,el espectro político se divide en dos campos irreconciliables, el “bueno” y el “malo”, siguiendo un binarismo maniqueo, donde los partidarios de uno se ven buenos y los “otros”, son los malos.
El 2 de octubre se realizarán elecciones generales en Brasil, los votantes elegirán al presidente, vicepresidente y Congreso Nacional. En forma simultánea se seleccionarán gobernadores y vicegobernadores de los estados, Asambleas Legislativas de los Estados y Cámara Legislativa del Distrito Federal. Es decir, todas las instituciones que sustentan el poder estarán en juego cuando el elector vote.
Hoy hemos preparado un programa especial para abordar el caso de Brasil, desde el balance de lo que fué el gobierno de Lula Da Silva, el análisis de la administración de Jair Bolsonaro, los estilos de populismo según la tendencia política que se enfrentan en Brasil y los retos que deberá enfrentar el próximo gobierno.
Los mejores tenistas profesionales del mundo estarán en la cancha en Hard Rock Stadium de…
Vuelven a agitarse las sospechas sobre la fuga del laboratorio del Covid en Wuhan. El…
Adriana, de nacionalidad venezolana habló en televisión sobre la agresión xenófoba que sufrió hace unos…
El primer y fugaz encuentro entre EEUU y Rusia desde que empezó la guerra confirma…
Actualmente, el gobierno y la sociedad de los Estados Unidos está enfrentando una de las…
En el espacio “Inmigra Ya”, la abogada experta en migración, Mirtha Fadul, de la firma…