Los vendedores de cigarrillos trotan arriba y abajo de las aceras y entran y salen del tráfico, gritando sus productos. Venden muchas marcas de las que nunca has oído hablar en El Comercio, que durante años ha sido el paraíso del tabaco barato. Pero en estos días, no todos los clientes están aquí para fumar. El negocio secundario serio de El Comercio es cambiar el dinero: dólares estadounidenses por bolívares, la moneda ridículamente hiperinflada del país.
Los cigarrillos actúan como farol ante la remota posibilidad de que la policía pase de largo y se ofenda por una actividad que es, al menos en los libros, ilegal. También son excelentes herramientas de lavado. “Los cigarrillos son la máquina perfecta para conseguir bolívares”, dijo Carlos Gómez, un flaco de 27 años con lentes de sol envolventes que estaba colocando sus productos para exhibirlos en una destartalada mesa de madera.
Álex Vásquez, corresponsal de la agencia Bloomberg, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Lo que me sorprendió en la calle El Comercio de Catia, fue ver la cantidad de vendedores de cigarrillos que había. En las calles siempre hay vendedores de cigarrillos, pero eran muchísimos, incluyendo niños. Cuando comencé a observar todos tenían bolsas con muchos bolívares en efectivo. Me di cuenta que la mayoría de las personas no iban a comprar cigarrillos, pero llegaban con un dólares, cinco, diez o hasta cien dólares para cambiarlos en bolívares en efectivo”, indicó el periodista.
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Para el día de hoy, el cambio oficial del dólar a bolívares está en 2.800.000. Sin embargo, en la calle la realidad es distinta.
“En Catia el cambio está alrededor de dos millones de bolívares. Es decir, el vendedor de cigarrillos se gana como 800.000 bolívares. La gente prefiere ir a Catia que ir a un banco, donde podría perder hasta dos horas y hay límites de retiro”, añadió Vásquez.
El reportero también describió otro negocio que tiene que ver con el cigarrillo. “En Catia venden los cigarrillos a mitad de precio. Muchas personas consiguen bolívares, compran los cigarros a mitad de precio y los revenden en otras zonas de la ciudad de Caracas. El cigarrillo es la máquina perfecta para conseguir bolívares en efectivo”, explicó.
Vásquez comentó que las personas más pobres son las que necesitan bolívares en efectivo, porque la economía venezolana está completamente dolarizada. “Se necesitan bolívares para pagar el transporte público, comprar gasolina subsidiada, y en muchos comercio como bodegas hacen rebajas si pagan en bolívares en efectivo”, puntualizó.