Save The Children presentó el estudio “Debería Quedarme o Denería Irme”, que muestra la realidad de los niños, niñas y adolescentes de Centroamérica que deciden emigrar

Miles de familias, niños, niñas y adolescentes del Norte de Centroamérica y México viven con el dilema de quedarse viviendo en sus países de origen, la mayoría de ellos marcados por contextos de violencia y vulneración a sus derechos, o migrar en busca de nuevas oportunidades.

Este año, a cada hora, en América Latina, al menos 15 niñas, niños y adolescentes salieron de sus hogares hacia otros países sin la compañía de una persona adulta responsable de su cuidado.

Ante este escenario, la organización Save The Children presentó el estudio  “Debería Quedarme O Debería Irme” Y Soluciones Locales: Mejorando La Calidad De Vida Y Mitigando Los Riesgos Migratorios.

Alejandra Meglioli, directora Regional de Calidad e Impacto de Save the Children para América Latina y el Caribe, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.

“Save The Children es una organización de la sociedad civil que tiene el objetivo de lograr que los niños, las niñas y los adolescentes tengan un presente y un futuro mejor. En ese sentido, trabajamos para garantizar los derechos a la salud, de la educación y que los niños vivan sin violencia. Además, consultamos a los niños para que ellos nos digan que es lo que piensan. En este último punto es donde el estudio se enmarca, porque lo que estamos trayendo con el estudio son las voces de los niños y las niñas del triangulo norte de Centroamérica” dio Meglioli.

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El estudio reúne las voces de 122 niños y niñas que expresan información de tipo cualitativa de Guatemala, El Salvador y Honduras.

“Este estudio nos cuenta que de los niños entrevistados, la mayoría quiere quedarse en sus comunidades. Esto es muy importante, porque la pregunta que nos hacemos en Save The Children es con quiénes vamos a estar trabajando para garantizar las condiciones de las comunidades para que estos niños tengan acceso a la educación, la oportunidad de una vida sin violencia, y puedan tener los empleos que quieren, porque ellos expresan que les gustaría quedarse”, explicó.

Los problemas que aquejan estos países quedan muy claros. Por ejemplo, la violencia y la dificultad económica, que dependen directamente de la acción del estado.

“La organizaciones de la sociedad civil tienen un rol muy importante. No solo porque tenemos proyectos específicos en las comunidades de intervención, sino también porque Save The Children, junto a otras organizaciones, trabajan en la incidencia para garantizar estas condiciones que hemos mencionado. Estamos trabajando en estados y comunidades absolutamente vulnerables, donde la vulnerabilidad está dada por la pobreza y la violencia, que son factores expulsores”, señaló.

Para la experta, la acción es cómo se puede trabajar a través de estrategias de focalización y localización, para garantizar que se realicen las incidencias cercanas a comunidades.

“La pregunta es qué otras estrategias debemos generar. En ese sentido, Save The Children lanzó este estudio y también lanzó otro estudio de estrategia de soluciones locales en el norte de Centro América. Lo que queremos es ser capaces de recaudar más recursos para trasladarlos a las comunidades en programas y proyectos”, sentenció.

Finalmente, Meglioli destacó que analizaron dos corrientes migratorias, la centroamericana y la venezolana, que abarca más la región.