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El 23 de junio pasado, mientras en el Congreso se aprobaba la Ley de Seguridad de Armas, en el Tribunal Supremo de Estados Unidos, de mayorÃa conservadora, se ampliaba el derecho a portar armas en el paÃs al tumbar una ley del estado de Nueva York que prohÃbe llevar armamento en público. El fallo tuvo el voto a favor de los seis jueces conservadores del tribunal y en contra de los tres progresistas quienes advirtieron que la decisión del tribunal “puede tener consecuencias letalesâ€. Pues bien, una vez más un hombre armado salió de su casa con libertad para portar un arma en un sitio público. Su objetivo era usarla, pero en una cacerÃa inhumana.
El 4 de julio es una fecha de fiesta civil estadounidense verdaderamente significativa, se conmemora la Declaración de Independencia de 1776, cuando Estados Unidos proclamó su separación del Imperio británico. Los ciudadanos la celebran en familia con marchas, desfiles, fuegos artificiales, picnics y barbacoas. Asà se lo imaginaban los ciudadanos de un suburbio de Highland Park, Illinois.
Familias con bebés en sus carritos, ancianos en sillas de ruedas, adolescentes en bicicletas, todos disfrutabanl en la zona próxima al desfile de un dÃa de verano en ánimo celebratorio. Pero ayer, lo que parecÃa una fiesta se convirtió en una verdadera tragedia cuando un hombre armado con un rifle de alta capacidad, escondido en una azotea, disparó cerca de 200 balas, hacia la multitud que esperaba ver el desfile en Highland Park, Illinois. Entonces se empezaron a escuchar las voces y gritos de parte de los asistentes advirtiendo que habÃa un tirador. Muchos cayeron cubiertos de sangre y el caos se apoderó de los presentes, todos corrÃan y se convertÃan en el eco repetido para advertir a otros: “Un tirador, un tiradorâ€. Una verdadera estampida humana.
El reporte de Ap deja cuenta de imágenes difÃciles de olvidar, que describen la huÃda de los ciudadanos. “A su paso dejaron un sendero de objetos abandonados que mostraban la vida cotidiana que se vio interrumpida de forma repentina y violenta: Una bolsa de papas fritas a medio comer; una caja de galletas de chocolate esparcidas sobre el pasto; una gorra infantil de los Cachorros de Chicagoâ€.Â
El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker dijo “Es devastador que una celebración de Estados Unidos haya sido desgarrada por nuestra plaga singularmente estadounidense…Estoy furioso porque no tiene por qué ser asÃ… mientras celebramos el 4 de Julio sólo una vez al año, los tiroteos masivos se han convertido en una tradición americana semanal, sÃ, semanalâ€
Los vecinos de High Parkland no fueron los únicos, también lo vivieron asà los asistentes a las festividades del 4 de julio en Ben Franklin Parkway en Filadelfia, la noche de ayer reunidos para disfrutar de los fuegos artificiales y un concierto. Al iniciarse los disparos, que hirieron a dos policÃas, la multitud se lanzó a correr en estampida. Una vez más el terror se hizo presente y dominó lo que hubiese sido un alegre compartir ciudadano.
También bicicletas y coches de bebé quedaron a mitad del camino como se pudo ver en las imágenes. Pero mucho más quedó atrás. La confianza de los ciudadanos en su propia seguridad, la oportunidad perdida de celebrar lo que aún los une a pesar de las diferencias.Â
El mismo 4 de julio se registraron tiroteos en la zona sur de Chicago, en Carolina del Sur, en Boston en Sacramento, en Kansas City. A la fecha de hoy han ocurrido más de 314 tiroteos masivos y Estados Unidos no encuentra cómo detener esta epidemia de violencia civil.
A veces una decisión puede ser aún más letal que cualquier disparo.