En su editorial del 14 de agosto, César Miguel Rondón destacó que después de meses de protestar contra las votos recolectados a través de boletas electorales por correo, el presidente Donald Trump dijo explícitamente en una entrevista con Maria Bartiromo de Fox Business Network, que se opone al rescate del servicio postal de Estados Unidos y a la ayuda electoral estatal porque permitirá que más personas voten por correo. Y lo dice en medio de una pandemia mortal, que hará temer a muchos hacerlo en persona.
«Ellos [los demócratas] …necesitan ese dinero para que pueda funcionar la oficina de correos y que pueda procesar estos millones y millones de boletas (electorales)… Si no lo consiguen… eso implica que no pueden tener el voto universal por correo por no estar equipados para lograrlo».
Luego, el periodista recuerda que En la tarde del mismo jueves, durante la sesión informativa diaria con los periodistas, intentó suavizar sus comentarios y dijo que no vetaría un proyecto de ley de alivio del coronavirus, que no ha terminado de pasar en el Congreso, solo porque incluía el apoyo financiero al Servicio Postal. Sin embargo, continuó afirmando que la votación generalizada por correo conduciría a un abuso del sistema.
Al ser preguntado sobre las presiones para negar los fondos a la agencia, el presidente Donald Trump señaló que no estaba haciendo esto por ningún motivo y agregó: «tal vez lo otro resulte ser ventajoso para mí. No lo sé, no puedo decirte eso. Pero sí sé esto: solo quiero un voto»
En efecto, no está claro a cuál partido afectarían más los retrasos. Algunos estudios muestran que la votación por correo no beneficia a un partido político sobre otro, por lo que las críticas de Trump a las boletas del voto en ausencia podrían resultar contraproducentes para él.
Mientras tanto y de forma colateral, otros son los afectados porque las boletas de votación no son lo único que entrega la Oficina de Correos, y si se afecta su servicio, se está afectando a las personas mayores que reciben sus medicamentos por esa vía; a las PYMES que envían sus productos; y a muchos contratistas a los que todavía se les paga con cheque.
Finalmente, Rondón agrega que a pesar de todo lo dicho o por eso mismo, haciéndolo de forma anticipada, el Presidente Trump y la primera dama, Melania, solicitaron sus respectivas boletas de voto ausente, como residentes de Palm Beach en Florida, para enviar de vuelta por correo, su elección. Lo hicieron de forma anticipada, antes de ser ellos mismos, el target de esta otra forma de sabotaje político.