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Asumiendo que ya se inició el segundo año de la guerra de Rusia contra Ucrania la pregunta que flota en el aire es cuántos años más habrán de transcurrir para lograr la paz. ¿Será suficiente la estrategia actual de la comunidad transatlántica y las democracias afines para contener a Rusia?. En un artÃculo de Alexander Vershbow, ex secretario general adjunto de la OTAN y ex embajador de Estados Unidos en Rusia, publicado en Carnegie Endowment for International Peace, se argumenta que derrotar a Rusia en Ucrania será el primer paso de una larga lucha que requiere una estrategia integral de contención que tiene como objetivo disuadir militarmente a Rusia, elevar el costo para Rusia por su comportamiento desestabilizador y desvincular cada vez más a Rusia de la comunidad internacional.
El régimen de Putin ha mostrado desprecio por el derecho internacional, señala Vershbow, una represión brutal de la disidencia y una obsesión por subyugar a sus vecinos para reconstituir el imperio ruso. La naturaleza del régimen de Putin hace que la coexistencia pacÃfica con Occidente sea difÃcil, si no imposible, de concebir a corto y medio plazo. Incluso si Rusia se ve obligada a poner fin a la guerra en términos favorables para Kiev, es poco probable que Putin abandone sus objetivos revisionistas más amplios.
Esto significarÃa que Ucrania es la Zona Cero de la guerra existencial de Rusia contra Occidente, por lo que no es probable que la terminación del conflicto militar conduzca a una reducción de los esfuerzos de Rusia para controlar Ucrania por otros medios o para dominar a sus otros vecinos.
Advierte Vershbow, que la fuerza militar y la cohesión de la Alianza Atlántica (OTAN, Unión Europea) son la base de una polÃtica de contención eficaz para hacer retroceder todas las formas de expansionismo ruso, en Ucrania y más allá, y fortalecer su resiliencia frente a la guerra convencional e hÃbrida. Pero hay otras amenazas que se deben considerar como la guerra de información, la acción encubierta, el sabotaje, el chantaje energético, las contrasanciones, el apoyo a los separatistas prorrusos por lo que aumentar la resiliencia frente a las amenazas hÃbridas requiere de un apoyo financiero significativamente mayor a nivel nacional y en Bruselas.
Destaca el artÃculo que ante esa estrategia, los lÃderes aliados deben explicar a sus ciudadanos lo que está en juego, el por qué un alto al fuego en las condiciones actuales solo ayudarÃa a Putin a obtener la victoria de las fauces de la derrota, y por qué es vital mantener las sanciones y suministrar armas avanzadas a los ucranianos durante tanto tiempo. Occidente debe demostrar y argumentar a sus nacionales que no puede haber una normalización de las relaciones hasta que Rusia defienda una vez más los principios fundamentales establecidos en el Acta Final de Helsinki, la Carta de ParÃs y el Acta Fundacional OTAN-Rusia.
El ex embajador estadounidense ante Rusia afirma que si bien puede pasar una generación antes de que ocurra un cambio interno en Rusia, una polÃtica integral de contención debe adoptar un enfoque paciente y a largo plazo para promover el cambio interno en Rusia, y Occidente debe estar preparado para actuar con rapidez cuando el propio pueblo ruso exija lÃderes que estén dispuestos a retomar el camino de la cooperación y la integración que Putin ha abandonado.
En pocas palabras, Occidente se enfrenta a una confrontación estratégica a largo plazo con Rusia: una relación de confrontación hostil que tendrá pocas barreras y en la que incluso la modesta ambición de coexistencia pacÃfica puede estar fuera de su alcance durante mucho tiempo.
O como sentencia en Bloomberg, Leonid Bershidsky, su columnista de opinión, : “La guerra en Ucrania no terminará pronto y los rusos deben acostumbrarse a vivir con ella, especialmente porque, en palabras de Putin, presenta una oportunidad económica que es mayor que el sacrificio que requiere. El hecho de que Putin haya elegido enviar este mensaje un año después de la invasión rusa de Ucrania significa que no tiene idea de cómo gana Rusia, y que, a falta de mejores opciones, ha decidido dejar claro que en realidad no le importa una guerra largaâ€
El resultado de esta guerra no es existencial para Rusia. Pero lo es para Putin.