Luego del despido del Secretario de Defensa, Mark Esper, se ha producido una reorganización del liderazgo civil dentro del Pentágono. Estos movimientos han llevado a los altos oficiales militares a una posición tensa en medio de las crecientes preocupaciones de que no se vaya a dar una transición pacífica en los Estados Unidos.
En las redes sociales ya rondan teorías conspirativas de todo tenor. Se dice que desde Blanca se están tomando decisiones potencialmente desestabilizadoras. Otras teorías más elocuentes afirman que el presidente Trump está allanando el terreno para negarse a salir del poder.
Missy Rysan, reportera de seguridad nacional de The Washington Post, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Ha sido una semana muy complicada desde el despido del Secretario de Defensa, Mark Esper, y la salida de funcionarios de alto nivel para buscar gente más leal al presidente Trump”, dijo Rysan.
Esas acciones han dado pie a teorías conspirativas de toda característica y han generado más tensión en el ambiente político estadounidense, a la espera de que los Colegios Electorales se pronuncien el próximo 14 de diciembre
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“El nuevo Secretario de Defensa, Christopher Miller es un funcionario civil de larga trayectoria, experto en antiterrorismo y cercano al presidente Trump. Sin embargo, los otros funcionarios han llegado sin ningún compromiso en temas partidistas”, afirmó la periodista.
Durante el Memorial Day, el Jefe del Estado Mayor Conjunto, General Mark Milley, expresó que los militares estadounidenses no le rinden lealtad a ningún individuo, rey o reina, sino a la Constitución.
“Todos los ojos están sobre el general Milley porque es quien asesora al presidente Turmp. Aunque Milley no está en la cadena de mando del Pentágono, es el militar de más alto rango que podría ser el muro de contención ante una situación delicada”, agregó Rysan.
Finalmente, la periodista destacó que “los militares estadounidenses no quieren verse involucrados en la política. Lo más probable es que den un paso aparte para que se desarrolle la transición con normalidad. Lo más delicado es que puedan volver las protestas como sucedieron en el verano de este año”
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