Venezuela prolongó por 30 días más el estado de alarma decretado a raíz de la crisis del coronavirus. Lo que significa que los ciudadanos deberán mantenerse confinados al menos hasta el 12 de junio.
Sin embargo, lo que realmente causó revuelo este martes fue que el presidente Nicolás Maduro volvió a prometer «perniles para diciembre». Recurriendo así a una práctica ya utilizada por su Gobierno en años anteriores.
En una entrevista para el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón, la psicólogo social y especialista en Ciencias Políticas, Colette Capriles, hizo una lectura de estas declaraciones del mandatario y explicó el contexto que vive Venezuela.
«Yo creo que esto es una metáfora o una representación de su permanencia en el poder», dijo la analista refiriéndose a las palabras del presidente venezolano.
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— El Cooperante (@El_Cooperante) May 13, 2020
De acuerdo con Capriles, la idea que Maduro quiere transmitir es que seguirá gobernando en diciembre y que los perniles «son una recompensa por eso».
En la oferta política de régimen, precisó, no hay ningún atisbo de futuro, sino que por el contrario, sigue siendo el día a día. «Justamente, reinar sobre las ruinas».
La analista consideró que incluso los adversarios del régimen deberían prestar atención a lo que se está tratando de comunicar.
«Creo que el mensaje es: el futuro no existe porque ni la oposición puede ofrecerlo«.
¿Qué sentido tiene para el Gobierno extender la cuarentena?
En principio, comentó Colette Capriles, la gran característica en el país sudamericano es que hay más de una emergencia.
No solo existe el coronavirus, mencionó, también hay «una emergencia humanitaria compleja» que todos los organismos internacionales reconocen desde hace dos años.
Si bien afirmó que hay gente que piensa que la pandemia «es un mero pretexto», aclaró que a su juicio no lo es.
«El COVID-19 es un problema real, solo que se asimila dentro de la lógica de Maduro».
Con respecto a una eventual flexibilización del confinamiento, la experta señaló que el principal problema es que los números «son poco confiables» en Venezuela.
Asimismo, precisó que efectivamente, es posible que se esté construyendo un marco de control para evitar lo que más teme el Gobierno: «la rebelión por la gasolina».
Sin embargo, el gran drama que para Capriles resalta en todo esto, es la suerte de normalización que ha hecho el régimen de un estado «de necesidad total».
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