La reunión de ministros del Consejo Ártico que esta semana se celebra en Reikiavik (Islandia) sirve de escenario para el primer encuentro entre el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, desde la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.
Este, encuentro servirá para medir la brecha que separa a las dos potencias nucleares. La entrevista puede servir también para negociar una cumbre bilateral entre Biden y el presidente ruso, Vladímir Putin, en los próximos meses.
Francisco Carballo, codirector del Centre for Postcolonial Studies de Goldsmiths, de la Universidad de Londres, amplió la información en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón
“El encuentro entre los ministros de exteriores de Rusia y Estados Unidos es muy importante, porque da entrada a una nueva relación entre Washington y Moscú. Ha sido una relación complicada en los últimos meses. La transición de Trump y Biden cambió mucho las cosas. Esto puede dar pie a una nueva relación de trabajo entre estas potencias que todo el mundo necesita”, dijo el experto.
La primera fotografía entre Blinken y Lavrov deja una imagen muy cordial y con sonrisas incluidas. También puede ser el inicio para que se produzca una primera cumbre entre Putin y Biden.
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“Se va a dar esa cumbre, pero hay que tomar en cuenta que esas sonrisas entre los dos diplomáticos esconden las muchas discrepancias que hay entre los dos gobiernos. Rusia tiene una política contraria a los Estados Unidos, porque quiere romper el marco institucional mundial y Biden quiere fortalecerlo y reestructurarlo”, agregó.
Durante el gobierno de Trump, se vio una diplomacia poco tradicional y se apreciaba que había una simpatía del presidente estadounidense por Putin. No obstante, eso cambió radicalmente con la llegada de Biden.
“Había una coincidencia entre Putin y Trump, porque ambos quería desmantelar el orden mundial. Ambos estaban en sintonía. Hoy en día, con Biden, vuelven los diplomáticos tradicionales que creen que Estados Unidos tiene que ser la hegemonía del mundo. Esas sonrisas son solo de dientes para afuera, será una relación complicada”, expuso Carballo.
Para el experto el principal escollo entre las potencias es que “Rusia quiere asentar su importancia en el concierto de las naciones y Estados Unidos quiere hacer justamente lo contrario. La administración Biden quiere que Estados Unidos sea el mismo país hegemónico de hace 15 años”, puntualizó.