FA/CMR
Leemos el Editorial del diario El Comercio del Perú, se titula: “Calmaâ€, en él se expresa la angustia de todos, la necesidad de que los resultados sean respetados por ganadores y perdedores.Â
“Ayer, luego de semanas de tensión y de una campaña cargada de controversias, el paÃs acudió a las urnas para elegir entre dos candidatos marcadamente distintos: Pedro Castillo y Keiko Fujimori. Una disyuntiva que, en honor a la verdad, estaba lejos de ser la ideal. Por un lado, el representante de Perú Libre defendió hasta el último dÃa una propuesta estatista y con serios visos antidemocráticos. Por el otro, la aspirante de Fuerza Popular compitió sobre la base de un prontuario polÃtico poco feliz, marcado por el desempeño de su bancada entre los años 2016 y 2019. AsÃ, la mayorÃa de los peruanos, más que entregarse con entusiasmo a su deber cÃvico, se vieron obligados a marcar por la opción que les fue menos desagradableâ€.
El resultado de las elecciones nos habla de un paÃs polarizado, dividido en dos mitades enfrentadas, que más que tener que ver con ideologÃas y promesas, lo hace con realidades sociales. Esas burbujas oscuras en las que algunos se envuelven que no permiten reconocer “la†realidad, sino “su†realidad. Vale la pena preguntarse, ¿qué impacto tuvo la pandemia y el desigual acceso a los servicios de salud en esas realidades paralelas?Â
Sigo con el editorial del diario El Comercio: “Como era de esperarse, los resultados preliminares, arrojaron números harto apretados…De la mano con lo anterior debe venir, también, el respeto escrupuloso de los resultados electorales. Uno de los pilares fundamentales del sistema democrático es la conducción de procesos para que él pueda elegir a sus autoridades. Aceptar el desenlace del sufragio es, pues, aceptar la voluntad del paÃs. A pesar de que la polarización de la contienda deja a una mitad de la población insatisfecha, la derrota es tan parte de este tipo de trances como la victoria y debe quedar claro que el ejercicio de la ciudadanÃa no se agota en la emisión de un voto , este es apenas el comienzo. Todos los peruanos, ya sea que su candidato haya ganado o no, tienen la obligación de mantenerse vigilantes para exigir a quienes nos lideran que cumplan diligentemente con sus obligaciones y que defiendan a rajatabla el Estado de derecho y la Constituciónâ€
Para algunos analistas, lo que representa este 6 de junio no sólo es la decisión a favor o en contra de la continuidad de un modelo económico, que ha sacado a millones de la pobreza, sino también, un plebiscito sobre la vigencia de las élites polÃticas que dominan la opinión pública peruana. Para otros es el enfrentamiento de populismo de izquierda y populismo de derecha, aprovechando la pandemia como telón de fondo, que no concluye con esta fiesta electoral.
La división, la desazón y la esperanza están en las cartas de un paÃs que ha tenido cuatro presidentes y dos congresos en cinco años.Â
Esperamos que no sea la violencia ni la desunión el signo de los nuevos tiempos en Perú.