El Papa Francisco, en una entrevista con AP publicada el miércoles, calificó de «injustas» las leyes que criminalizan la homosexualidad. Los comentarios del Papa se basan en sus anteriores expresiones de apoyo a la comunidad LGBTQ, que tradicionalmente ha sido marginada por la iglesia.
Javier Martínez, coach emocional de personas LGBQ+, abordó el tema en el programa En Conexión Radio, conducido por César Miguel Rondón.
“Lo que ha dicho el Papa genera sentimientos encontrados. Ha dicho que la homosexualidad no es un delito, pero que sigue siendo un pecado. Volvemos a la misma historia de siempre. Es poner el punto de mira de un colectivo por su identidad sexual y género. Esto engloba a todo el colectivo”; dijo Martínez.
Para el analista, el Papa sigue estando en un punto intermedio.
“Prácticamente, lo que ha dicho es que no nos juzguen aquí, que después nos juzgarán en el más allá. Al final, se sigue criminalizando la homosexualidad. Personas que tienen hijos homosexuales, siguen pensando que son pecadores”, apuntó.
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Igualmente, agregó que las personas del colectivo LGBTQ+ no necesitan la aprobación de la iglesia.
“Somos personas que nos hemos alejado de la religión porque nos rechaza. Nos impone creencias negativas. Para quien siga vinculado a la iglesia, quizás tenga un punto de esperanza. No puede ser que la tendencia y la orientación sexual sea considerado pecado. Eso no tiene sentido”, señaló.
Finalmente, Martínez destacó que es muy probable que haya un fuerte conflicto interno entre las personas que son homosexuales.
“Uno no elige ser homosexual, uno nace homosexual. Yo he nacido así y al mismo tiempo la religión que yo creo dice que soy algo malo y que soy un continuo pecado. Se puede producir un conflicto muy grande. No podría darle mi fe a una institución que va directamente en mi contra”, puntualizó.