El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Pedro Calzadilla, quien dio el segundo balance oficial de las elecciones regionales realizadas este domingo, 21 de noviembre, indicó que con el 99.20 % de las actas transmitidas y una participación del 42.26 % de los electores inscritos, el chavismo alcanzó 18 gobernaciones y 205 alcaldías, mientras que la MUD sumó dos gobernaciones y 59 alcaldes; la Alianza Democrática, de la oposición moderada, obtuvo una gobernación y 37 alcaldes. De los 335 cargos para las alcaldías, 322 son adjudicables: 205 para el oficialismo y aliados, 59 para la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), 37 a la Alianza Democrática y 21 para otros partidos.
Víctor Amaya, periodista de la fuente política y editor Jefe del diario Tal Cual, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Hay dos aspectos en paralelo. Los primero fue la característica del proceso y como lo certificó la Comisión de Observación Electoral de la Unión Europea, es que hubo unas fallas estructurales de los sectores democráticos, reflejaron el uso de recursos públicos, la inequidad de la campaña y la falta de independencia del poder electoral. No obstante, independientemente de eso, hubo una votación que reflejó las divisiones opositoras y la abstención que rondó el 42%”, dijo el periodista.
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Para Amaya hay unas lecturas que se pueden sacar a partir de los resultados.
“La tarjeta de la MUD ya no tiene la fortaleza que demostró en otra época. Además, los líderes de la MUD ya no son los únicos actores en el escenario político. Vimos la irrupción de la Alianza Democrática, Fuerza Vecinal, la tarjeta del Lápiz, entre otras. Hay que decir, que de haber tenido una candidatura unitaria en varios Estados, la oposición hubiese obtenido más triunfos”, agregó.
Luego del proceso electoral, la oposición queda mucho más dividida. Jorge Rodríguez ya solicitó que la Alianza Democrática y Fuerza Vecinal tengan representación en la mesa de diálogo, en un intento de profundizar más la división.
Lo cierto, es que si antes la oposición se dividía en tres toletes, ahora se pueden contar hasta cinco.
“Hay que poner las cosas en contextos, porque la Alianza Democrática son hasta 20 partidos. Por ejemplo, en el caso de Morel Rodríguez, quien superó a la MUD, pero su elección fue gracias a la tarjeta de Fuerza Vecinal que le aportó 26.000 votos, la de Acción Democrática le otorgó 5.500, mientras que el resto se repartieron en 20 tarjetas más. En este sentido, hay que ver si es un apoyo a Fuerza Vecinal, a Acción Democrática o a Morel Rodríguez”, explicó Amaya.
Las victorias de la oposición hacen resurgir a los viejos líderes como Manuel Rosales y Morel Rodríguez, dejando relegado a otros líderes y al gobierno interino.
“Podríamos pensar que los candidatos que ganan tienen un liderazgo histórico en esos lugares. La gente recuerda buena gestión de esos líderes. No obstante, otra cosa es que ellos se conviertan en los nuevos líderes nacionales de la oposición”, puntualizó.
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