Menos de un día después de que el FBI ejecutara una orden de allanamiento en la propiedad de Mar-a-Lago del ex-presidente Donald Trump, los investigadores de la oficina confiscaron el teléfono celular del representante Scott Perry (R-Pa.).
Eso nos dice algunas cosas. Perry ha aparecido varias veces en las audiencias del comité selecto que investiga la insurrección del 6 de enero de 2021.Según el testimonio de la audiencia, Perry actuó como un puente entre el entonces fiscal general adjunto, Jeffrey Clark, y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, empujando a Clark como posible reemplazo del fiscal general interino Jeffrey Rosen, quien se resistía al plan de falsos electores de Trump
Kim Bellware, reportera de The Washington Post, abordó el tema en el programa En Conexión conducido por César Miguel Rondón.
“Perry es un representante por el estado de Pensilvania y está en su quinto periodo. De manera tal que es un veterano de la política y es un gran aliado del presidente Donald Trump, específicamente en el reclamo de que las elecciones del 2020 fueron fraudulentas. Él fue muy activo en los últimos momentos de la presidencia de Donald Trump. Recordemos que cambios repentinos en esos últimos momentos y estaba procurando colocar a una persona más confiable en el Departamento de Justicia”, dijo Bellware.
En estos momentos todos los ojos están sobre el FBI. Muchas personas se preguntan si es legal que esta agencia pueda incautar el teléfono de Perry. Lo que es cierto, es que esta acción tan seguida del allanamiento a la vivienda de Trump, les da más argumentos a los republicanos sobre una posible “cacería de brujas”.
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“Si es legal, además un juez tiene que autorizar esta acción”, apuntó.
Perry fue nombrado en los testimonios que recabó el Comité de Investigación de 6 de enero, en especial su relación con el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows.
“Meadows era el jefe del gabinete, el cargo más importante en la Casa Blanca después del presidente, y Kassy Hutchinson era la asistente de Meadows. Evidentemente había bastante relación. Algunos pidieron a través de Meadows que el presidente Trump los indultara si todo salía mal. Entre ellos estaba Perry. Eso es lo que ha negado actualmente”, señaló.
La periodista informó que el Departamento de Justicia no es el objeto de la investigación.
“El FBI está buscando algunos vínculos que puedan hablar de procedimientos inadecuados en el manejo del gobierno”, acotó.
Finalmente, Bellware destacó que el Comité que investiga los sucesos del 6 de enero está llevando cada vez una investigación más amplia.
“No solo tiene que ver con la turba que irrumpió en el Capitolio, quieren ir más allá y por eso se investiga qué funcionario del Departamento de Justicia intervino de alguna manera en los hechos. Esto se complica”, puntualizó.