Después de haber llegado a un acuerdo para la exportación del grano entre Rusia y Ucrania, bajo la mediación del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, desde el Kremlin vuelven a faltar a su palabra y reconocen que atacaron al puerto de Odesa para destruir “objetivos militares”.
Los bombardeos al puerto de Odesa dan una patada en la mesa a la negociación. En principio, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había afirmado que desde Moscú le informaron que no habían sido responsables del ataque.
La versión duró poco, porque las mismas autoridades rusas afirmaron que si atacaron pero con la intención de destruir objetivos militares.
Juan Manuel Aragüés, profesor de Filosofía en la Universidad de Zaragoza, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
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“Hay un viejo adagio que dice que la primera víctima de una guerra es la verdad. Estamos asistiendo a un proceso donde la palabra verdad no sirve para nada. Estamos ante una sucesión de hechos que contradice a Rusia desde que firmó el acuerdo. Hay que enmarcar este hecho, con que Rusia tiene un proceso militar, con el objetivo claro de controlar toda la zona este de Ucrania, y a eso van a subordinar sus intereses. Los rusos no tendrán problemas en negociar por un lado y seguir actuando de otra forma, contradiciendo esa posición negociadora”, dijo Aragüés
Esta acción deja en entredicho el acuerdo para la exportación del grano ucraniano.
“Es difícil hacer predicciones. Confiemos en que efectivamente el ataque fuera dirigido a una estructura militar y no una declaración de intenciones con respecto a la negociación de la zona. Pero por lo visto, por la evolución del proceso, es muy difícil aventurar que es lo que vaya a suceder. Es muy complicado y le resta credibilidad a las declaraciones rusas. Más cabe el pesimismo que el optimismo”, acotó.
Una muestra de las contradicciones rusas, es que el canciller Serguéi Lavrov, había dicho que la intención de Rusia no era cambiar el gobierno de Ucrania, pero este domingo, afirmó que la intención era liberar al pueblo ucraniano del gobierno pro-occidental de Volodymyr Zelensky.
“Se está jugando una partida en el ámbito global sobre el terreno ucraniano y quienes padecen es el pueblo ucraniano”, agregó.
Finalmente, Aragüés destacó que se está viendo un reordenamiento de las zonas de influencia de los grandes poderes militares del planeta. Es un juego de ajedrez terrible para el pueblo ucraniano.
“Rusia lo que pretende es controlar abiertamente la zona y desde las posiciones de la OTAN no se pretende aceptar”, puntualizó.