Han matado al presidente de HaitÃ, Jovenel Moise. Un ataque a tiros en su casa ha acabado con su vida. Aún no se conocen los detalles del atentado, pero sà el contexto: se produce dos meses antes de las elecciones presidenciales y legislativas, convocadas para el próximo 26 de septiembre, unos comicios en los que Moise no podÃa ser candidato, y cuando han convocado, para esa misma fecha, un referéndum para aprobar una nueva Constitución.
El texto no gustaba ni a la comunidad internacional ni a la oposición. Entre otros elementos, permite la reelección presidencial por dos mandatos consecutivos, algo prohibido desde el fin de la dictadura de los Duvalier (1986), una apertura a perpetuar en el poder al presidente que no gustó a sus contrarios, más aún cuando Moise no era un presidente con una amplia base popular, ya que logró sólo 600.000 votos en un paÃs de 11 millones de habitantes. Y más: el referendo es totalmente inconstitucional de acuerdo con la actual Constitución, que establece claramente que la ley no puede ser cambiada a través de una consulta.
Eduardo Gamarra. Profesor del Departamento de PolÃtica y Relaciones Internacionales, de la Universidad Internacional de Florida, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
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“La situación en Haità dese los año 80 ha sido de crisis. En realidad todas las crisis han surgido por la transición de la dictadura a la democracia. La transición a la democracia ha sido problemática. Hubo fracaso enorme en establecer instituciones democráticas. La penetración del narcotráfico, la corrupción y los recurrentes desastres naturales, han contribuido a un estado fallido. Haità habÃa entrado a una situación anómala más allá de la anarquÃa, porque habÃa pandillas narcotraficantes, pandillas gubernamentales, una policÃa desmantelada, unas fuerzas armadas descompuestas. Fue un colapso y todo lo que se podÃa esperar era el magnicidioâ€, afirmó Gamarra.
Para el analista, Jovenel Moise era un empresario y una persona asequible.
“Era un empresario de bananas y no fue la persona correcta para enfrentar los desafÃos de HaitÃ. Cuando llegó al poder y se encontró con una situación de absoluta ingobernabilidad tuvo varios problemas. Uno de ellos fue que el Parlamento no pudo ser elegido y tuvo que gobernar por decreto. Al no tener Parlamento tampoco podÃa gobernar con un primer ministro. Tuvo que nombrar cinco primeros ministros. HabÃa llegado con una experiencia de exitoso empresario, pero se enfrentó a un escenario polÃtico complicado y con una Constitución que es incomprensibleâ€, destacó.
Uno de los conflictos polÃticos más álgidos de Haità fue determinar cuándo comenzó el periodo presidencial de Moise y cuando terminaba.
Para Gamarra lo que puede aprender el mundo libre de lo acontecido en Haità  son muchos elementos.
“Hay muchos paÃses que tocan fondo, pero que siguen cavando y no sabe cuando dejar de cavar. Haità es uno de ellos. Tienen una recurrente crisis de gobernabilidad, porque su élite tiene tan poca vocación de construir, que no saben cómo hacerlo. Haità es uno de los paÃses que ha sufrido un gran número de intervención extranjera. La comunidad internacional debe aprender de todo esto, porque solo interviene cuando hay un problema y se va a la larga. Haità necesita una intervención internacional de largo plazoâ€, puntualizó.