El presidente ruso, VladÃmir Putin, firmó el miércoles un decreto en el que ordena al Gobierno que se apropie de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de
Europa, bajo control del Ejército ruso desde marzo.
La planta y las instalaciones adyacentes necesarias para su funcionamiento deben ser de propiedad estatal, señala el decreto presidencial.
Para ello, el Gobierno deberá crear una empresa que se encargue de garantizar la seguridad de las instalaciones, objeto de ataques durante los últimos dos meses de los que se acusan ambos bandos.
Sin embargo, el ejército ucraniano continúa reconquistando territorio ocupados por los rusos y las fuerzas rusas están en franca retirada.
Alberto Priego, profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de Comillas, abordó el tema en el programa DÃa a DÃa, conducido por César Miguel Rondón.
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“Lo que nos ha sorprendido es cómo las tropas ucranianas avanzan a gran velocidad y liberan pueblos de Luganks, Kherson y Zaporiyia. Es difÃcil saber dónde está la lÃnea del frente, porque el avance es muy rápido. Para los rusos es difÃcil saber cuál es la frontera entre Rusia y Ucrania con los territorios anexionados. Rusia, está perdiendo territorio diariamente y los ucranianos están liberando aldeas de manera muy rápidaâ€, dijo Priego.
No obstante, a medida que el ejército ucraniano avanza, deja más expuesto y presionado a Vladimir Putin, que se vuelve más peligroso y comienza a utilizar nuevamente la amenaza nuclear.
“Es difÃcil saber el futuro, además porque Putin es impredecible. No obstante, estas amenazas no son nuevas. Las hizo cuando Occidente envió armas a Ucrania, luego cuando Suecia y Finlandia se unieron a la OTAN, y ahora ha perdido credibilidad. Cualquier cosa que ocurra, Putin usa el recursos e la amenaza nuclear, lo que nos hace pensar que él mismo sabe que la credibilidad de la amenaza nuclear es pocaâ€, agregó.
Desde la OTAN han afirmado que si Putin utiliza armas nucleares, la respuesta será contundente. Aunque no han hablado de una respuesta nuclear, si han señalado que será una respuesta convencional.
Finalmente, para el catedrático, hay dos elementos que hacen pesar que esa amenaza de Putin no es seria.
“Primero son las opciones nucleares rusas, las cuales afirman que se descarta el uso de estas armas, salvo que la integridad rusa esté amenazada o que la situación interna sea insalvable. Siempre se ha dicho que las armas nucleares deben ser usadas de forma defensiva. Otro elemento, es la incapacidad técnica y militar rusa, que ha quedado demostrado en la guerra. Eso nos indica que su arsenal nuclear no está en las condiciones óptimasâ€, puntualizó.