Venezuela seguirá este año sin derecho a voto en la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) a causa de las deudas que mantiene con la organización, que según Caracas son resultado de las sanciones económicas que le ha impuesto Estados Unidos.
María Alejandra Aristeguieta, internacionalista, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Lo primero y lo fundamental es que tiene las cuotas atrasadas desde el 2017 y las ha ido acumulando. A veces paga parcialmente, pero no paga del todo. Este tipo de situaciones se castigan con la disminución de participación de programas de cooperación y con una votación de la Asamblea General. De alrededor de 76 millones de dólares. Desde el 2017, estaban teniendo dificultades de 2.9 millones de dólares, pero estamos hablando de 76 millones, eso quiere decir que tienen muchos años sin pagar”, dijo Aristeguieta.
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La experta señaló que para la cancillería venezolana, este pago no es prioritario.
“No es la primera vez que sucede. En la era democrática surgían estos retrasos por cuestiones de presupuesto de la cancillería. Pero en este caso en particular, no lo tienen como una prioridad. No lo tienen como una de sus prioridades, sobre todo en el área de relaciones públicas y del intercambio de países amigos”, añadió.
Lo que significa que un país como Venezuela no tenga como prioridad Naciones Unidas, tiene que ver con cierta ineficiencia.
“Los mismos funcionarios de la cancillería están con sus sueldos atrasados. Sin embargo, si hay una importancia, porque Maduro afirmó que había hablado con el secretario general de la ONU. Lo que quieren es que le resuelvan el problema sin que tengan que pagar”, apuntó.
Finalmente, la internacionalista destacó que eso es posible si hay razones ajenas a la voluntad del país.
“Ellos dicen que eso es culpa de las sanciones, porque en 2017 las sanciones solo estaban impuestas a funcionarios del régimen de Maduro.