El puerto colombiano de Necoclí es un «cuello de botella». Unos 9.000 migrantes, la mayoría venezolanos, esperan apiñados su turno para cruzar la peligrosa selva del Darién y seguir la ruta hacia Estados Unidos.
«Allá en Venezuela la situación está demasiado difícil. Vengo con mi esposo, vengo con mis cinco hijos menores de edad, una de mis hijas está embarazada», dice angustiada Tibisay Luna a la AFP
La internacionalista e investigadora del Observatorio de Inmigración de Venezuela de la Universidad del Rosario, María Clara Robayo, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
Necoclí queda en un municipio del Departamento de Antioquia y los migrantes llegan y cruzan el Golfo de Urabá hasta diferentes lugares, en busca para llegar a la selva del Darién. Es un municipio de no más de 10.000 personas. En estos momentos, las noticias indican que más de 3.000 migrantes están apostados en sus playas. Por lo tanto, la crisis social, humanitaria y la tensión administrativa es muy grande en este momento”, dijo Robayo.
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La experta afirmó que es una zona importante en la ruta de migración.
“Hay una serie de servicios irregulares e ilegales que se ofrecen para que las personas pasen por lanchas. Una vez que cruzan el Golfo de Urabá, se dirigen a la frontera con Panamá, pasando la selva del Darién, donde pueden durar hasta cinco días atravesando este territorio. No hay la posibilidad de que tomen agua potable, muchos de los migrantes llegan en condición de deshidratación y desnutrición. Las condiciones climáticas son muy difíciles. Eso es solo un pedazo del trayecto, porque el objetivo final es llegar a los Estados Unidos y por toda la ruta en Centroamérica también hay muchísimos desafíos y peligros para ellos”, agregó.
La analista enfatizó de que Nacoclí es un municipio muy pequeño.
“Hay alguna industria turística, pero no es uno de los principales lugares turísticos de Colombia. Hay muchas dificultades y precariedad institucional”, apuntó.
Finalmente, Robayo destacó que con la nueva decisión la administración Biden, pueden disuadir a los venezolanos que intentan pasar el Darién.
“No se sabe cómo será abordada por los migrantes esta nueva política del gobierno de los Estados Unidos. Un migrante que no haya cruzado el Darién, le queda más fácil desistir de esa voluntad de migrar”, puntualizó.