México restablecerá relaciones diplomáticas con Corea del Norte, reveló el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, sin dar más detalles sobre una fecha concreta de cuándo podría ocurrir, o qué tan avanzadas están las negociaciones bilaterales.
“Nosotros respetamos a cada gobierno y vamos a restablecer relaciones con Corea del Norte también, como con cualquier otro país”, dijo durante una sesión de preguntas y respuestas tras participar en una reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Álvaro Ramírez, analista político, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Es un tema muy interesante, porque las relaciones diplomáticas entre México y Corea del Norte se vieron interrumpidas en 2017, por la presión por parte de los Estados Unidos y el entonces canciller rompió las relaciones por orden del presidente Enrique Peña Nieto. Hay que entender que esta jugada del gobierno mexicano es para mostrar cierta independencia del gobierno de Estados Unidos”, dijo Ramírez.
El analista indicó que para comprender la medida hay que mirar profundamente dentro del gobierno mexicano.
“Está esa idea de ser un gobierno de izquierda y se hermanan con los otros gobiernos de izquierda, así sean dictadores. También está el pique que tiene Andrés López Obrador con el presidente Joe Biden, que se viene a reflejar con esta medida, de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre México y Corea del Norte”, afirmó.
En cuanto a las relaciones pasadas entre México y Corea del Norte Ramírez destacó que no se observó ninguna ventaja.
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“Al final Corea del Norte no es igual a Corea del Sur. No es un país que exporte tecnología. Sin embargo, si tienen un desarrollo en cuando a los hackers que están afectando a todo el mundo. No me quiero imaginar escenarios negativos como el intervencionismo ruso en las elecciones estadounidenses. Será una relación diplomática difícil, porque México no tiene interés en Corea del Norte ni a la inversa”, añadió.
Finalmente, Ramírez el analista afirmó que el trasfondo de la medida puede ser la raíz de un enfrentamiento interno entre López Obrador y el canciller Marcelo Ebrard.
“En 2006 López Obrador perdió la presidencia y Ebrard ganó en la Ciudad de México. El actual canciller brilló en su gestión, pero se hizo a un lado para que López Obrador fuera nuevamente el candidato. Ahora, parece que el presidente no quiere pagarle la deuda a Ebrar y le tiró la serpiente en la bota con este restablecimiento de relaciones con Corea del Norte. Veremos a ver quién tira la toalla, si Ebrard renuncia o López Obrador lo destituye”, puntualizó.