Ante los últimos acontecimientos y el escenario mundial actual, se ha evidenciado cómo las economías occidentales, principalmente la de los Estados Unidos, dependen en demasía de China y Taiwán.
En Taiwán se produce aproximadamente el 90% de los chips avanzados del mundo, lo que crearía ondas a nivel mundial a través de las cadenas de suministro del mundo.
Por su parte, el comercio de EE. UU. con China es de 656 mil millones de dólares por año, incluidas las importaciones de productos de consumo en cada hogar estadounidense y componentes en muchos bienes ensamblados en los Estados Unidos.
El economista Dany Bahar, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Taiwán es un país pequeño que se caracteriza por tener exportaciones y por poder producir productos que son sumamente complejos y sumamente demandables. El ejemplo más sonoro son los semiconductores. Taiwán es una fuente de semiconductores del mundo, que no solo son para computadoras. Hoy en día los semiconductores están en todo los artefactos como neveras, aviones, lavarropas, y por ende están tan integrados en la economía global, y eso seguirá siendo así porque estos tipos de productos no dejarán de ser utilizados. En este sentido, tienen una ventaja muy grande que son difíciles de hacer y ellos lo hacen muy bien a un buen precio”, dijo Bahar.
Está claro por qué Taiwán se hace tan indispensable para las economías occidentales. No obstante, también hay cierta dependencia hacia la economía china.
“China es un país que exporta productos complejos pero también otros productos. Por ejemplo exportan desde juguetes, lámparas, bombillos, platos, plásticos, ropa y muchas de las cosas que consumismo en el día a día. Es una ventaja comparativa distinta, pero China es un país sumamente grande y una economía muy poderosa. Es un país que en el año 98 fue admitido a la Organización Mundial del Comercio. Esto implica que se le abrió la puerta para que pudiera exportar con tarifas reducidas, y eso generó un crecimiento importante en su capacidad exportadora que ha sido una de las fuentes más importantes que explican el crecimiento de China”, señaló.
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Para Bahar, China está en una posición privilegiada para ser una fuente importante de muchos productos al resto del mundo.
“China no solo exporta productos finales, sino también productos intermedios. Por ejemplo, las piezas que hacen para construir estos juguetes, o el cartón. Eso significa que las cadenas de valor en el mundo, están sumamente atadas las unas con las otras y esto es un reflejo de la economía globalizada donde China es un jugador muy importante”, apuntó.
Anteriormente, bajo la administración Trump se produjo la guerra de los aranceles con China. Ahora, Joe Biden firmó un acuerdo de ley para la fabricación de microchips, algo que los chinos han criticado duramente.
“Estos actos y discursos que vemos de Trump y Biden, son equivocados y hasta algo demagogos y populistas. La economía global está sumamente integrada. La razón de que los mercados hayan acudido a China para poder importar los productos que China es buena haciendo, ha sido beneficioso para los consumidores americanos. De hecho, hay informes que evidencian que la guerra de tarifas que hizo Trump contra China se reflejó en precios más altos para los consumidores americanos. Aunque Estados Unidos logre producir semiconductores, China seguirá jugando rol muy importante, porque muchos consumidores se decidirán por la opción más económica”, agregó.
Para el experto, otro punto importante de la ley que firmó Biden, es que para poder hacer semiconductores, no solo hace falta inversión, sino capital humano.
En otro aspecto de la economía global, la guerra entre Rusia y Ucrania ha supuesto una crisis en el suministro de gas y petróleo en Europa. Ahora, se habla de que China pudiera estar haciendo preparativos para invadir Taiwán.
“Las buenas noticias, es que los países que comercian entre ellos tienen una menor probabilidad de entrar en una guerra. Hay que decir que la economía china y la de Taiwán tienen bastantes vínculos entre ellas”, expuso.
Finalmente, Bahar destacó que la globalización no va a retroceder, es difícil concebir un escenario en que la globalización retroceda”, puntualizó.