Este 1 de julio entra en vigor el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá. El presidente Donald Trump ha aprovechado la oportunidad para invitar a sus homólogos Justin Trudeau y Andrés López Obrador a la Casa Blanca.
El mandatario canadiense declinó la invitación, pero el mexicano al parecer sí asistirá a Washington en medio de la pandemia del coronavirus y de la crisis política que atraviesa Trump.
El periodista mexicano Alberto Rueda, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
«La pregunta que todos los sectores en México se han hecho es por qué lo hará en este momento, cuando en Estados Unidos se vive una etapa electoral en la que Donald Trump busca su reelección. Sería el primer viaje internacional de Manuel López Obrador. Incluso en la reunión del G20 el presidente no participó y mandó al canciller Marcelo Ebrard. En este sentido, el por qué este viaje se da ahora luego de la invitación informal por parte de Trump tiene que ver con la percepción de una especie de presión. Este encuentro no estaba en agenda de López Obrador, ni de la secretaría de Relaciones Exteriores. Se ve como un tema de sumisión», dijo Rueda.
Este encuentro sería una contradicción de todo lo que decía López Obrador en su campaña electoral.
«En 2016, López Obrador fue uno de los principales críticos de la visita de Donald Trump a México y señaló directamente al entonces presidente Enrique Peña Nieto sobre una supuesta sumisión. Ahora pareciera que su política exterior sigue en parte las indicaciones de Trump y esto nos deja mal parados como país», agregó el periodista.
Es común que los candidatos actúen de una forma en campaña y de otra cuando están en el poder. Sin embargo, López Obrador ha respondido a cada llamado de Trump.
«Donald Trump y López Obrador tienen muchas similitudes. Desde el mensaje populista hasta una política de división interna. Quizás la relación hubiera sido diferente si López Obrador hubiera sido presidente hace siete años con Barack Obama en la Casa Blanca que tenía otro tipo de personalidad política. Incluso sería diferente con Hillary Clinton siendo presidente de Estados Unidos. En estos momentos la propia personalidad de Trump sobrepasa a la del presidente mexicano. También hay que tomar en cuenta que López Obrador ha tenido muchos problemas que no ha podido controlar y no quiere estar en otra dificultad. Sin embargo, se ha notado desde el primer día que llegó a la presidencia que su discurso antiyankee cambió por completo», explicó Rueda.
Ante este escenario, el Tratado del Libre Comercio queda en un segundo plano.
«Lo que se lee es que Trump está haciendo un uso de la Presidencia de la República de México para fines partidistas, más allá que la invitación sea en el marco del T-Mec», agregó el periodista.
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