Este sábado decenas de miles de brasileños salieron a las calles de varias ciudades de Brasil para pedir el impeachment del presidente Jair Bolsonaro.
Esta sería la cuarta jornada de movilizaciones antigubernamentales convocadas por partidos políticos, organizaciones sociales y movimientos sociales.
La mayoría de las marchas y protestas se realizaron de manera pacífica, fueron más de 400 en todos los estados del país, según información que recogen los medios locales.
Los brasileños exigen, el juicio político al presidente Bolsonaro, agilidad en las campañas de vacunación contra el COVID-19, ayudas de emergencia para los más pobres que han sido los más afectados durante la pandemia, y mayor atención a los sectores de educación y salud.
Germán Segré, analista político y abogado y profesor universitario, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
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“Estas manifestaciones son graves, porque hay un caldo de cultivo que ha aumentado y se prevé que siga incrementando, a medida que las elecciones presidenciales del año próximo se acerquen. Hay intereses que confluyen y Bolsonaro tiene un problema de incontinencia verbal, en el cual no precisa enemigos. Él mismo es su principal enemigo y consigue desagradar a todos, ya sean de derecha o de izquierda. Políticamente, Bolsonaro es un rehén en lo que se denomina El Centrón”, dijo Segré.
Para el analista Brasil tiene en estos momentos dos extremos. “Alrededor del 30% vota al Partido de los Trabajadores de Lula, independientemente de las múltiples denuncias de corrupción del ex-presidente. Otro extremo, también de 30%, apoya a Bolsonaro, independientemente de las sandeces que dice a diario. En medio de esa gente, será el que define la elección. Esa gente no quiere a Lula, pero tampoco quiere a Bolsonaro”, explicó.
Lo que se percibe es un país polarizado en dos extremos de izquierda y derecha. No obstante, el ciudadano independiente, que está arrepentido de votar por Bolsonaro, pero no quiere a Lula, se ve sin opciones políticas que lo representen.
“En este momento no hay otra opción. Muchos dicen que se cortarán la mano antes de votar por el Partido de los Trabajadores y que se cortarán la otra mano antes de votar por Bolsonaro. No hay nombres en este momento, pero se espera que la mayoría de la gente se una alrededor de un nuevo liderazgo que pueda surgir. Hay que destacar que todavía falta un año para la elección y eso es una eternidad. No sorprendería que Lula haga algo similar a lo que hizo Cristina Kirchner en Argentina”, explicó Segré.
En cuanto a las manifestaciones y la solicitud de un nuevo juicio político para Bolsonaro, al experto afirmó que el impeachment que no es probable que salga adelante.