El software espía de NSO Group se ha utilizado para facilitar la comisión de violaciones de derechos humanos a gran escala en todo el mundo. Una importante investigación sobre la filtración de 50.000 números de teléfono de posibles objetivos de vigilancia, así lo confirma.
El Proyecto Pegasus es una innovadora investigación colaborativa en la que han participado más de 80 periodistas de 17 organizaciones de medios de comunicación de 10 países bajo la coordinación de Forbidden Stories. Esta organización sin ánimo de lucro de medios de comunicación con sede París, realizó análisis forenses punteros de teléfonos móviles Para identificar rastros del software espía.
Érika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“En Amnistía Internacional nos interesa mucho el tema. Esto del espionaje y la vigilancia cibernética se ha convertido en uno de los temas de derechos humanos más relevantes de nuestra época. Lamentablemente el uso de este tipo de plataformas de vigilancia que utilizan muchos estados, también ha sido usado para violentar los derechos de la privacidad de cientos de personas como defensores de los derechos humanos y periodistas. En este sentido, se facilitó la violación grave de otros derechos humanos como esta investigación coordinada Forbiden Stories, dijo Guevara Rosas.
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La primera noticia de Pegasus la publica The Washington Post, que vinculó el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi.
“Esta investigación que devela la filtración de 50.000 números de teléfonos de posibles objetivos de vigilancia, incluye al periodista Jamal y a miembros de su familia. Es decir, lo que se conoce de esta investigación es que sus teléfonos fueron intervenidos por el software espía. Así, pudieron obtener toda la información hasta su ubicación. Sabemos como la historia terminó con el asesinato del periodista por agentes del estado saudí”, relató la directora de Amnistía Internacional.
Guevara Rosas afirmó que algo parecido sucede con los periodistas mexicanos. “Se conoce que, al menos, 25 periodistas mexicanos han sido objeto de espionaje en sus teléfonos. Sabemos que un periodista que fue asesinado en México también había sido espiado y su teléfono estaba intervenido por Pegasus”.
La empresa NSO Group ha dicho que solo vende el sistema Pegasus con la autorización del gobierno israelí.
“Nosotros hemos hechos un llamado a la transparencia de cómo se dan estos contratos entre la empresa y otros países. Y también hay que clarificar el tipo de clientes que tienen dentro de los países. Por ejemplo, en México los principales clientes han sido entidades del estado. Lo que dicen las entidades es que adquieren el software para emplearlo en temas de seguridad pública. No obstante, lo que ha dejado la investigación es que las personas que fueron sujetas a vigilancia cibernética no se trataban de criminales, sino de periodistas que habían denunciado actos criminales de gobiernos con grupos de crimen organizados”, agregó la especialista.
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Guevara Rosas afirmó que se sabe que en México hay 25 periodistas que fueron víctimas de la vigilancia cibernética, pero hasta el día de hoy no hay ni una sola investigación sobre la violación de derechos humanos relacionados con esta vigilancia.
“Es importante aclarar que también hay otras empresas que han desarrollado software similares a Pegasus y que operan en diferentes países del mundo, incluyendo en nuestra región a Colombia, Brasil, Venezuela, entre otros”, puntualizó.
