Argentina ha vuelto a escalar a un nivel del 50% de inflación anual, todo esto en medio de una incertidumbre sobre la aplicación de medidas de estabilización por parte del gobierno de Alberto Fernández y con un riesgo de que se acelere la subida de precios a nuevos escalones entre el 50 y el 70% anual el próximo año.
Los precios de los servicios públicos, combustible, algunos alimentos y medicamentos además del tipo de cambio, están congelados y los salarios están atrasados, sin embargo, Argentina registró en el pasado mes de octubre un 52.1% de inflación anual y un 3.5% mensual, en un contexto de rebote económico luego de tres años de recesión.
Camilo Tiscornia, economista y director de C&T asesores económicos, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
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“En general lo que estamos viendo con la inflación en Argentina, en gran medida es fruto de la enorme expansión monetaria que hubo el año pasado para financiar el déficit fiscal. Argentina arrastra un déficit fiscal desde hace mucho tiempo y no ha tenido acceso a los mercados de crédito y se ha financiado por la emisión monetaria. La inflación que estamos viviendo es resultado por aquella emisión, ese es el panorama”, dijo Tiscornia.
El economista comentó que para el mes de noviembre se registró menos inflación en el mes de octubre. No obstante, la respuesta del gobierno es que hay un proceso inflacionario en todo el mundo.
“En Argentina tuvimos elecciones de medio término, donde la coalición de gobierno perdió en todo el país, con lo cual es un castigo por el problema económico y la inflación. Evidentemente hay una pobre evaluación de la población al gobierno. El recrudecimiento de la inflación se dio, porque el gobierno emitió más dinero para tratar de rescatar los votos en la elección. La situación se agravó y congelaron los precios. Esto muestra que el gobierno no está dispuesto a atacar las causas de la inflación”, agregó.
Recientemente, el presidente Alberto Fernández afirmó que no se arrodillaría frente al FMI.
“El gobierno se resiste porque el FMI pedirá una solución por el lado del déficit fiscal, el tipo de cambio y otros aspectos. El FMI pedirá cambio en la política de los precios, pero el gobierno le habla a su propia tropa. Hay que tomar en cuenta que el 10 de diciembre el gobierno perderá el control del Senado”, puntualizó.