Desde el comienzo de la ofensiva rusa en Ucrania, Reporteros sin Fronteras (RSF) ha documentado ataques dirigidos directamente a periodistas que llevaban un brazalete de “Prensaâ€, y ha visto cómo cada vez más de ellos mueren o resultan heridos en el ejercicio de su trabajo.
Al menos 23 periodistas han sido asesinados en el paÃs, según un sindicato de periodistas. Y al menos siete de esas muertes ocurrieron mientras los periodistas estaban en misión, dice el Comité para la Protección de los Periodistas.
LluÃs Miquel Hurtado, periodista autónomo y colaborador habitual de El Mundo y Cadena Ser, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“La situación en el terreno en Ucrania, no es exactamente una parálisis, pero si hay un frente abierto en todo el este del paÃs, en la región conocida como el Dombás. Los rusos están haciendo tÃmidos avances a a costa de invertir una gran capacidad de fuego. Significa que ellos están perdiendo muchos efectivos, pero también están invirtiendo en muchos soldados en el campo de batalla, lo que produce combates feroces. No es una lucha urbana ni de ciudades, se trata de una lucha a campo abierto, con lo cual vemos grandes bombardeos y el uso de grandes proyectiles de artillerÃa. También en algunos puntos vemos una guerra de trincheras, es decir es una guerra que puede recordar a lo que hubo en la Primera y Segunda Guerra Mundial. En resumida cuentas, hay un gran número de vÃctimas, no solo militares sino también civilesâ€, dijo Miquel Hurtado.
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Algo inexplicable e inaudito, es que sean atacados periodistas que están en misión y que están identificados claramente con los sÃmbolos de prensa.
“Hay un debate abierto entre los compañeros de profesión, sobre si deberÃamos identificarnos o no como periodistas. La tónica, hasta el momento, ha sido identificarnos como periodistas, porque es lo lógico. Los periodistas somos no combatientes y no somos objetivos. Nuestra presencia es contar la verdad y explicar lo que está ocurriendo. Incluso deberÃamos ir de un frente a otro para ofrecer un relato lo más verosÃmil de la guerra para nuestras audiencias. En función de esta teorÃa hay acciones. Por ejemplo, los periodistas no vamos con traje de camuflaje sino llevamos identificación en nuestros vehÃculos, cuerpos y usemos un color especial, que es el azul. Esa es la teorÃa, pero la práctica el problema que nos encontramos, es que el periodista es visto como un combatienteâ€, dijo el analista.
El reportero comentó que hay dirigentes polÃticos que afirman que los periodistas están “armados con una cámaraâ€.
“Nos encontramos en el escenario de que el periodista se convierte en enemigo para ciertos bandos y por lo tanto hay que aniquilarlo. Eso significa que los periodistas identificados, con la inocencia de que va a realizar su trabajo lo más profesional posible, se está convirtiendo en objetivos. Los militares juegan al tiro al blanco con los periodistas, porque unos paÃses consideran que deben atacar a los periodistas y acabar con ellos y con la verdadâ€, enfatizó.
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El periodista también señaló que en las guerras los bandos quieren imponer su visión de la verdad.
“En todos los conflictos armados la información se quiere controlar y eso implica, en algunos casos, atacar al periodista directamente y en otros casos presionarlos. Lo que estamos viendo en Ucrania es que los periodistas están siendo objetivos militares del bando ruso. Este es el hecho que se ha comprobadoâ€, acotó.
Finalmente, Miquel Hurtado destacó que una cosa es ver al periodista como objetivo militar y otra muy distinta presionarlo para imponer una verdad.
“Una cosa es poner su vida en riesgo y otra distinta es ejercer presión e impedirle el acceso a ciertas zonas. Es importante ver cada caso punto por puntoâ€, puntualizó.