Periodista Sara Rincón directamente desde la ciudad de Lviv: «Se está generando un odio contra los rusos que hacen vida en Ucrania, cuando debería ser contra el gobierno ruso»

Vamos a abordar el escenario de la guerra en Ucrania con la periodista Sara Rincón, quien se encuentra en la ciudad de Lviv, y puede ofrecer detalles de lo que se está viviendo en el lugar de los hechos.

CMR- Sara, gracias por estos minutos en el programa de hoy.

SR- Hola, muy buenas tardes por aquí. Estamos en una situación complicada en Ucrania, en la ciudad de Lviv, estamos viendo un día muy gris, no solo por el tiempo sino por lo que se vive. El cambio de escenario ha sido un choque inmenso para mí y ha sido muy doloroso emocionalmente, porque se respira un ambiente de calma y tensión constante, y acompaña una sensación de tristeza absoluta, en este territorio ucraniano donde cada vez hay más desplazados y familias que entierran a sus hijos que han muerto en batalla. Es terrible, igual de gris que está el día, es igual de gris la vida aquí, César.

CMR- ¿Cuántas personas han emigrado de Lviv hasta la fecha?

SR- Es un número que no está contabilizado. Las autoridades están tratando de conseguir ese número en concreto, pero estamos hablando casi de 6 millones de desplazados, que no han querido irse de de Ucrania y han decidido mantenerse aquí, porque no entienden la razón por la que tienen que huir de su país y no están dispuestos a dejar sus vidas. No obstante, se ven obligados a abandonar sus casas, porque muchos de ellos de los que están viviendo ahora mismo en Lviv son personas que han huido de Kiev, Odesa y Mariúpol, recordemos que son las zonas más atacadas por las fuerzas rusas, y por tanto necesitan otro hogar. Hay otro testimonio muy duro de otra parte de la sociedad, que son las familias que cruzaron previamente a Polonia para dejar a sus hijos a salvo y luego han vuelto. Recién crucé en el tren de refugiados que va y viene constantemente desde Leópolis a la frontera con Polonia, las historias eran terribles. Eran mamás y papás realmente tristes porque no saben cuándo volverán a ver a sus hijos y es una de las partes más duras de ver en Lviv, esas familias que no están completas porque pusieron a sus hijos en un lugar desconocido para ellos y hay familias completamente rotas porque han perdido a sus hijos en batalla. Hoy mismo estuve en un entierro por los caídos en batalla y se podrán imaginar las espantosas imágenes que vimos. El dolor absoluto acumulado de tantos días de guerra y afrontar que jamás volverán a ver a un hijo porque murió en el campo de batalla que ni siquiera son capaces de entender.

CMR- Sara, quedó en el ambiente mucha frustración y rabia con la postura rusa, que en las conversaciones de Estambul dijeron que iban a suavizar los ataques en algunas ciudades y de inmediato procedieron exactamente con lo contrario y recrudecieron los ataques. Comentaste al principio que en Lviv se está viviendo una tensa calma. Es decir, en estos momentos no hay bombardeos. ¿Qué están temiendo, qué puede ocurrir en las próximas horas?

SR- César, está pasando algo que al final es casi lógico y normal por la preocupación constante, porque aquí ya han atacado. Los misiles rusos ya destruyeron una zona de petróleo para que fuese más grande la explosión y por suerte solo hubo un herido, pero hace tres semanas hubo otro ataque a un terreno donde se estaba preparando el ejército ucraniano y ahí si murieron varias personas. En este sentido, hay muchísimo miedo de que esto vuelva a ocurrir y de hecho las alarmas antiaéreas no dejan de sonar, es un sonido constante y llama muchísimo la atención ver a las personas hacer su vida normal, pero con el sonido de las antiaéreas constante en las calles, avisando de que puede haber alguna fuerza rusa merodeando por la zona, y aún así ellos siguen haciendo su vida, a excepción de si escuchan una gran alarma que tiene diferente sonido y duración, que indica que hay que ponerse a salvo. Otra cosa que también está ocurriendo aquí, aparte de esa frustración de no saber lo que puede ocurrir de un momento para otro, es que se está generando sin querer un odio hacia ciudadanos rusos que vivían aquí previamente a la guerra y que tenían sus comercios y familias. Recordemos que Ucrania y Rusia son pueblos cercanos donde se formaron en el pasado familias. Hay una cultura de herencia de sensaciones comunes, y en esta ciudad en concreto ahora mismo se están produciendo muchas manifestaciones diariamente para echar a las familias rusas que quedan viviendo y echarlos de los comercios que regentan. Es una sensación muy triste, porque pareciera que el conflicto también se está generando con el pueblo ruso, cuando realmente el conflicto es con el gobierno ruso y es muy triste. Por ejemplo, hablaba con una mujer que decía que no era capaz de aceptar que tiene que comprar el pan en una tienda regentada por una persona rusa, porque por culpa de su país, perdió a su hijo.

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CMR- Es muy fuerte sin duda. ¿Sara, cuándo dices la vida normal, qué se está entendiendo por vida normal? Leí un reportaje, por ejemplo, donde una pareja de avanzada edad, se quejaban porque tenían un mes sin poderse bañar. Los alimentos son difíciles de encontrar, algunos tienen que vivir refugiados, no duermen en la cama sino en la sala de baño que parece ser más segura. ¿Qué es la vida normal hoy por hoy en Ucrania?

SR- Pues, eso depende muchísimo del terreno y del territorio donde nos encontremos. Es cierto que hay muchísimas ciudades donde está empezando a escasear la comida y el agua. Hemos visto que en Mariúpol se quedaron sin ningún tipo de comida porque estaban completamente cercados y nadie podía entrar a ayudar. Estamos a la espera de ver si es cierto ese corredor humanitario y esa ayuda que supuestamente debe llegar. Vamos a ver si las fuerzas rusas lo permiten, pero en Leópolis la vida es como si no existiese una guerra. En el día a día, se puede ir a comprar el pan y tomar el café, pero es una guerra mental de tristeza, de dolor e impotencia, porque ellos saben que su vida tendrá que ser así o huir a otro país. Aquí las personas no quieren irse y detestan esa sola opción. Es cierto que están empezando a llegar muchas ayudas a Leópolis para intentar trasladarla a las ciudades más atacadas por las fuerzas rusas, y se está generando un movimiento muy fuerte de ayuda y solidaridad para ser una ciudad de ayuda para las zonas más céntricas. Por eso es tan importante esta ciudad y que sigan llegando las ayudas, que los voluntarios sigan cruzando la frontera y también porque Leópolis se está convirtiendo en el sitio de llegada de todas esas personas que han decidido huir, sobre todo los enfermos, los heridos y los niños huérfanos que se habían quedado encerrados en Kiev y perdieron a sus papás. La idea es llevarlos a otros países. Por eso es fundamental este territorio, porque es el lugar donde todo el mundo acude, ya que está la tranquilidad de que no hay tantos ataques pero también hay mucha tensión acumulada porque están llegando muchas personas y no se sabe hasta qué punto va a resistir Leópolis con tanta cantidad de personas y con tanta necesidad de ayuda constantemente. De hecho, también se están creando chalecos antibalas y cascos, con materiales que comúnmente no se hacen para poder entregárselos a los ciudadanos que viven aquí y a los periodistas, por si hay algún ataque temprano. Gracias a los ciudadanos de Leópolis tengo un equipo de protección, que de hecho nos han pedido nos lo pongamos, en caso de que suenen las alarmas antiaéreas. Ha sido completamente gratis, porque la gente está deseando ayudar y que los medios de comunicación consigamos informar el terrible problema que se está viviendo aquí.

CMR- Una última pregunta, Sara. Noto que todavía está haciendo mucho frío y además comentaste que está lloviendo. Según había leído, empieza la temporada de lluvias en este territorio y esas lluvias van a complicar la situación, sobre todo de los ejércitos invasores. Se va a crear una especie de lodazal, eso complicará el avance de tanques y vehículos blindados. ¿Qué han comentado los oficiales y generales ucranianos?

SR- Aquí hay como dos vertientes del problema. Uno de carácter positivo, porque gracias a esas lluvias se podría conseguir retener a las fuerzas rusas, porque no van a poder adelantar posiciones. Eso sería un escenario perfecto para reducir a las fuerzas invasoras. El otro problema y del que tienen miedo también, es que los ucranianos no consigan ir a donde se han posicionado y se queden entre territorios invadidos por los rusos y territorios donde la resistencia es fuerte. Entonces quedarían como en un limbo, donde no pudiesen recuperar ni avanzar. Por tanto nos encontraríamos en un estado de neutralidad, que sería una catástrofe porque se mantendría hasta que el tiempo vuelva a mejorar y se consiga saber hacia dónde irá la guerra. Por eso, en Leópolis y el gobierno ucraniano en general, hace tan solo tres días generó un permiso de armas para cualquier ciudadano. Cualquier persona que desee tener un arma consigo la va a poder comprar y hay muchas tiendas que han comenzado a vender armas a ciudadanos. Eso también está generando muchísima incertidumbre porque personas que no estén preparadas puede tener un arma. Hay tensión y miedo de lo que pueda pasar, porque la sensación mental y corporal es de tensión completa y eso puede jugar una muy mala pasada a alguien que no sepa usar un arma. Hay un conflicto porque el gobierno lo permitió para la seguridad de sus ciudadanos, pero no se sabe si en verdad es la mejor opción para evitar que la guerra continúe en el camino que estamos viendo. Me quedo sin palabras, no lo puedo ni explicar.

CMR- Te has dando entender muy bien. Sara, te agradezco mucho estos minutos en el programa de hoy, y por favor cuídate mucho

SR- Gracias, César. Encantada de volver a conectar contigo siempre y mucho ánimo por allá también. Un abrazo.

Estas fueron las declaraciones que la periodista de la Sexta y Televisa, Sara Rincón, ha ofrecido directamente desde la ciudad de Lviv, al programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.

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