La compra de Twitter por parte de Elon Musk por 44.000 millones de dólares ha causado revuelo en todo el mundo. No por la cifra ni por el hecho en sí, sino por los cambios que Musk ha dicho que implementará en una de las redes sociales más populares del planeta.
Twitter se ha hecho famosa porque es la red social donde muchos políticos anuncian sus mensajes. Es decir, se ha convertido en una herramienta de comunicación política, más allá de ser una mera red social.
Ahora se esperan cambios significativos para moderar el contenido, monetizar de mejor forma y restringir más a los bots.
Rafael Mathus Ruiz, periodista basado en Washington, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Twitter no es una empresa más, es una red social que se ha convertido en la plaza pública global, donde se da mucho debate político. Allí vive y late la discusión política. Twitter permitió el ascenso político de Donald Trump a la Casa Blanca y el de Jair Bolsonaro en Brasil. Twitter no es la red social más popular del planeta, pero lo que se dice en Twitter tiene implicaciones mucho más allá, porque suele ser replicado por diarios, radios y la televisión. Es una plataforma que le ha permitido a los políticos tener una línea directa con la gente. Por eso, la compra por parte de Elon Musk, causó tanto revuelo en Washington. La gran pregunta es cuándo regresará Trump a Twitter, porque fue expulsado de la plataforma acusado de haber incitado la insurrección por esa red social”, dijo Mathus Ruiz.
El periodista señaló también que esto ha tenido repercusiones también del lado del progresismo.
“Por ejemplo, Elizabeth Warren, quien tiene entre ceja y ceja a la empresas tecnológicas, ha dicho que la compra de Twitter es un peligro para la democracia”, agregó.
Para Mathus Ruiz, la gran pregunta es qué cambios hará Elon Musk en Twitter. Hay muchas expectativas, porque Musk ha dicho que va a rescatar la democracia, transformando Twitter.
“Él se ha presentado como un absolutista en la libertad de expresión. Quiere convertir a Twitter como una plataforma inclusiva, donde prevalezca el derecho a la libertad de expresión. Ha habido un debate sobre la libertad de expresión en las redes en los últimos tiempos. La derecha, ha acusado a Twitter de practicar la censura, silenciando voces como las de Trump. Mientras que la izquierda, acusa a la empresa por no hacer lo suficiente por atacar la desinformación”, explicó.
Para el reportero, una de las inquietudes es que Musk sacará a Twitter de la bolsa y la va a convertir en una empresa privada, lo que le podría quitar transparencia a la empresa.
“Musk quiere hacer público el algoritmo que define lo que se ve en la red social. También ha dicho que quiere ir en contra de los ejércitos de trolls. Es todavía una interrogante si lo que vamos a ver en el futuro donde será rampante el discurso de odio o la desigualdad de información, o si efectivamente se logrará el equilibrio tan fino de proteger la libertad de expresión y salvaguardar la salud de la comunidad”, apuntó.
En América Latina el Twitter ha sido determinante para los dirigentes políticos. Maduro tiene 4 millones de seguidores, Nayib Bukele 3.8, López Obracdor 8.7, y Bolsonaro más de 7 millones, lo que demuestra que usan el Twitter como una herramienta política.
“Bukele fue uno de los celebró la compra de Twitter por parte de Musk. Generalmente hubo dos reacciones. La izquierda reaccionó con mucha preocupación, y la derecha lo celebró, porque le daría a mandatarios populistas como López Obrador, Bukele o Maduro, un megáfono mucho más alto del que tienen hasta ahora. El antecedente de Trump fue claro, porque Twitter marcó un límite. Una de las interrogantes que quedan, es la regla que impondrá Musk”, señaló.
Hablar de la libertad de expresión como un universo intocable tiene un gran riesgo, sobre todo en los tiempos de inmediatez y de los fake news.
“Elon Musk ha dicho que tiene la intención de atacar la desinformación. Quiere ir en contra de los trolls y quiere autenticar a cada uno de los usuarios. El problema, es que es un tema mucho más amplio que no ha sido resuelto por las regulaciones ni por las compañías de redes sociales. Hay quienes creen que la desinformación es el costo que hay que pagar por tener las redes sociales”, expuso el periodista.
Finalmente, Mathus Ruiz destacó que hay un conflicto claro entre la libertad de expresión y las regulaciones que pueden imponer las compañías privadas para tratar de limitar el daño de las redes sociales.
“Es conflicto latente que no va a desaparecer, porque el discurso en las redes sociales es muy amplio para suprimir todo el contenido dañino que circula”, puntualizó.
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