La cooperación de la Inteligencia occidental es clave en la contraofensiva para recuperar territorios en el este del país. Ucranianos, estadounidenses y británicos llevan meses perfilando los ataques. Estados Unidos otorgará otros 1.100 millones de dólares en asistencia militar a Ucrania, incluyendo financiamiento para 18 sistemas avanzados de cohetes para contrarrestar drones que Rusia utiliza contra las tropas ucranianas, informaron funcionarios estadounidenses.
Pablo Pardo, corresponsal de El Mundo en Washington, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“La anexión de estos territorios a Rusia, es una violación más de las propias promesas de Putin. Cuando invadió Ucrania había afirmado que no quería anexarse territorio de Ucrania. Seis meses después, ya está anexionándose parte de Ucrania. La indicación es clara, ahora él dirá que Ucrania está atacando el territorio ruso. Por consiguiente, eso abre la puerta al uso de armas atómicas y químicas, dada que su doctrina prevé el uso de armas nucleares para defender el territorio nacional. También abre la puerta a una movilización mayor. Es una escalada a todos los niveles”, dijo Pardo.
Para Pardo, las guerras generalmente terminan con un tipo de negociación, pero por ahora no hay ninguna posibilidad de un acuerdo negociado.
“Nadie quería esta escalada, porque agrava los problemas de la economía mundial y aísla mucho a Putin”, agregó.
Putin está aislado y acorralado internacionalmente e incluso se ha dicho que a lo interno ya comienza a recibir críticas del pueblo ruso.
“Nadie en Estados Unidos ni en la OTAN está en condiciones de afirmar que Putin no va a usar las armas atómicas. Es una posibilidad muy escasa, pero es una posibilidad real. Hay que tener en cuenta que Putin está aislado, solo habla con seis líderes, que son el presidente de Estados Unidos, el de Francia, Alemania, el primer ministro indio, el presidente de Turquía, y el de China. A Macron y a Scholz no les hace caso, con lo cual hay muy pocas vías de comunicación con Putin, lo que es un gran problema en esta crisis. Si bien, para que Rusia lance una bomba atómica, hacen falta tres personas. Uno de ellos es Putin, los otros son el ministro de la Defensa y el jefe del Estado Mayor. No sabemos si los tres accederían”, explicó.
Finalmente, en cuanto a la situación interna de Putin, Pardo destacó que los diplomáticos, por naturaleza, son muy conservadores.
“Algo que nadie quiere cambiar es el estatus quo en Rusia, porque se sabe que Putin es un peligro, pero no se sabe quién vendrá después. Puede incluso pasar que Rusia se fracture. La posibilidad de que haya una crisis es muy seria. Rusia es un país propenso a las revoluciones. Según fuentes de la OTAN han muerto 45.000 soldados rusos”, puntualizó.
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