Ursula von der Leyen cumple un año como presidenta de la Comisión Europea. Su primer año de gestión ha estado marcado por la pandemia del COVID-19 y para el 2021 busca relanzar su agenda inicial.
El corresponsal de El Confidencial en Bruselas, Nacho Alarcón, analizó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Ha sido un año complicado y extraño en todos los sentidos. En cierto modo todo análisis de su primer año de mandato debe ser benévolo porque ningún otro presidente de la Comisión Europea se ha enfrentado a una pandemia. También hay que destacar que la Unión Europea no tiene competencias sanitarias. Aunque la presidenta ha cometido algunos errores, ha sabido sobrellevar la crisis del coronavirus y fue la artífice para el acuerdo histórico de recuperación económica”, explicó el periodista.
Muchos analistas han afirmado que uno de los errores de von der Leyen es que dirigió a la Comisión Europea como si fuese el Ministerio de Defensa de Alemania.
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“Ella era ministra de Defensa del gobierno de Angela Merkel y cuando fue elegida como presidenta de la Comisión Europea se llevó a todo su equipo. Esto se tradujo en un choque, porque la política interna de los países es distinta a la política europea. En este sentido, se rodeó de personas que no conocían bien esta política y ha tenido una suerte de aislamiento. Lo que ha pasado es que ha situado a la Comisión Europea como una mediadora del eje entre Francia y Alemania, en vez de ser una guía. Eso en Bruselas no se ha visto bien”, afirmó Alarcón.
La elección de Joe Biden ha causado mucho revuelo en la Unión Europea y von der Leyen ha dicho que llegó el momento para volver a tender puentes con Estados Unidos.
“En general hay un optimismo comedido. Hay dos tendencias: la liderada por Alemania que considera que con Biden hay que olvidar la mala relación de Europa con Estados Unidos, mientras que Francia encabeza la otra tendencia que aboga por una Unión Europea menos dependiente de Estados Unidos. Dentro de la Comisión Europea hay un debate interno sobre qué hacer con Estados Unidos. Lo que sí está claro es que se van a reconstruir puentes en el tema del cambio climático y los gigantes digitales, pero Estados Unidos seguirá demandando que Europa contribuya más con la OTAN. Desde Europa se percibe a Biden como un político en extinción, de aquellos que percibe bien a las relaciones trasatlánticas”, concluyó Alarcón.