Después de la muerte de al menos 90 personas en el dÃa más duro de las manifestaciones desde el 1 de febrero, cuando se produjo el golpe de Estado en Birmania, los ciudadanos volvieron a salir este domingo a las calles para protestar contra la junta militar.
“Los propios manifestantes están hablando de genocidio. Ha sido la jornada más sangrienta desde el pasado golpe de Estado, el pasado sábado la represión dejó un saldo de 140 personas asesinadas. La situación es preocupante. La cifras de muertes ya superan los 1450 fallecidos. La comunidad internacional le ha dado algunas opciones a la junta militar, pero no ha actuado con fuerzaâ€, indicó de la Cal.
El periodista también indicó que los manifestantes están solicitando que la ONU intervenga para mantener la estabilidad. “Para que la ONU intervenga necesita una resolución del su Consejo de Seguridad, y dos miembros permanentes como China y Rusia han vetado por cualquier tipo de protesta o condena al golpe de Estado en Myanmarâ€, agregó.
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Para de la Cal, la reacción más fuerte que ha tenido la comunidad internacional, han sido las sanciones que el gobierno de Biden ha impuesto a la junta militar.
“Las sanciones no sirven para nada en el terreno. El ejército está masacrando a su pueblo. Es terrible lo que está pasando. Mientras hay una matanza en las calles, la junta militar estaba celebrando el dÃa de las Fuerzas Armadasâ€, señaló el reportero.
Entre los fallecidos también se contabilzan niños de cinco años o menos. “Ya no es una masacre en una protesta, los militares están asaltando a las casas de personas que se involucran con los partidos polÃticos. Todo indica que esto vaya a ir a peorâ€, destacó de la Cal.
El periodista se refirió que en China lo que se dice que lo que sucede en Myanmar es una “reorganización del gobierno y es un asunto interno del paÃs. China no ha condenado públicamente a la junta militar. PekÃn mantiene su discurso de no interferir en los asuntos internos de un paÃsâ€, puntualizó.