El ex-presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el actual mandatario Jair Bolsonaro se enfrentaron el domingo en su primer debate ellos dos solos, dos semanas antes de la segunda vuelta electoral. Lula habló de que el 1 de Enero, al asumir el mandato, va a desmontar el sigilo sobre operaciones comerciales de Bolsonaro y el actual presidente se quedó «mudo
Javier M. González, periodista de Nueva Tribuna, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“El tono fue bastante moderado respecto a lo que se esperaba. Como primer dato, cuando llegaron al estudio no se saludaron. Ninguno hizo el más mínimo detalle de acercarse al otro. No obstante, no hubo agresiones o ataques por encima del nivel normal. Fue un debate que no tuvo vencedor claro. Según, los comentaristas, unos dan una pequeña ventaja a Bolsonaro y otros a Lula. En mi opinión, no se puede decir que hubo un vencedor. A Lula se le vio nervioso en algunos pasajes. Hubo tres bloques, Lula ganó el primero y luego se fue poniendo nervioso. Se trataron de mentirosos y aprovecharon los puntos flacos de cada uno”, dijo González.
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El periodista señaló que una de las cosas que llamó más la atención es que Lula dijo que de ganar la presidencia, cancelaría los sigilos de 100 años que ha impuesto Bolsonaro.
“Lula dijo enfatizó que si es algo bueno, no hay que precisar esconderlo, y ahí Bolsonaro se quedó callado por 10 segundos”
El analista comentó que el debate fue realizado con una dinámica diferente, que permitía a los candidatos usar 15 minutos para lo que quisieran.
“Ellos se paseaban por el estudio, se decían el uno al otro, se preguntaban y se defendían”, acotó.
“A Lula le incomodó el tema de la corrupción y fue el momento más tenso donde se puso nervioso. Él trató de argumentar con inteligencia sobre los escándalos de su gobierno”, agregó.
Finalmente, González destacó que todavía se pueden publicar algunos sondeos.