La periodista venezolana Adriana N煤帽ez Rabascal escribi贸 un reportaje titulado: 鈥淎s铆 se sobrevive aqu铆鈥. En el texto la reportera afirma que prolifera el mercado negro de vacunas en Venezuela, con unos ciudadanos 谩vidos de vacunas contra el COVID-19.
Las personas pueden pagar entre 20 y 600 d贸lares por inmunizarse, ante la opacidad del plan nacional de vacunaci贸n.
Rabascal ampli贸 la informaci贸n en el programa D铆a a D铆a, conducido por C茅sar Miguel Rond贸n.
鈥淭odo depende del contacto que las personas consigan. No todo el mundo paga por las vacunas porque tambi茅n hay un tr谩fico de influencia. Por ejemplo, un propietario de un restaurante o una gasolinera tiene un contacto para vacunarse y la paga con otro favor. Hay otros casos que son las enfermeras, que saben que van a llegar las vacunas y llaman a sus personas conocidas para anotarlas y solo cobran 20 d贸lares鈥, dijo la periodista.
Rabascal tambi茅n inform贸 que hay una rama de mercado negro de vacunas m谩s amplia, donde se cobra de 300 a 600 d贸lares. 鈥淓ste mercado se est谩 dando en grandes hospitales como Los Magallanes de Catia. Tambi茅n hay casos que dentro de las urbanizaciones llevan las vacunas, pero esas no cuentan con la cadena de fr铆o. Hay muchas v铆as para acceder al mercado negro, porque hay desesperaci贸n. Como no hay un plan de vacunaci贸n claro, proliferan estos caminos verdes鈥, agreg贸.
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Para la reportera lo que ha generado este mercado negro es la mera desesperaci贸n de los ciudadanos, que no ven una luz al final del t煤nel.
鈥淯na de las entrevistadas me indicaba que su pap谩 es mayor, trabaja en la salud p煤blica y no se hab铆a vacunado. Lo pudo hacer por un amigo que ten铆a en la gobernaci贸n de su estado. Esa es la manera es c贸mo sobrevive la clase media. Hay personas que toman la decisi贸n de comprar un boleto hacia los Estados Unidos y vacunarse allpa, los que no pueden acuden al mercado negro. La vacunaci贸n no llega ni al 1% de la poblaci贸n. El mismo Tareck William Saab denunci贸 una red de venta de vacunas鈥, explic贸.
Rabascal se帽al贸 que el desespero de la gente proviene porque tratar el COVID-19 en Venezuela es muy costoso. 鈥淟os hospitales ya no est谩n abarrotados como hace meses, pero no todos pueden pagar una cl铆nica privada. Todo es muy complicado y es como la ley de la selva鈥.