Jefe del régimen venezolano, Nicolás Maduro.
Nicolás Maduro regresó a la Asamblea Nacional para presentar la memoria y cuenta de su gestión, un acto que dejó de hacer desde 2017, cuando decidió desconocer al Parlamento electo en el año 2015, y comenzó a presentar su informe de gestión ante el Tribunal Supremo de Justicia y a la Asamblea Nacional Constituyente chavista.
César Miguel Rondón trató el tema en el programa Día a Día con Oswaldo Ramírez Colina, consultor en estrategia de riesgo político, inteligencia y campañas electorales.
“Hay que tomar en consideración cuatro grandes ejes del discurso de Nicolás Maduro. Dedicó gran parte del tema al coronavirus, y no estuvo exento de mentiras y falsedades. Incluso contradijo a la ciencia, afirmando que Venezuela tiene el modelo perfecto para la contención del virus”, explicó el experto.
Ramírez Colina destacó que otros dos puntos importantes que abordó Maduro este martes, fueron sobre el escenario político y la situación económica.
“El segundo eje de sus discurso estuvo enfocado a los ataques a la oposición. Se podría considerar que da rienda suelta a un proceso de persecución política. Esa nueva etapa de persecución no solo va dirigida a partidos o dirigentes, las organizaciones no gubernamentales también se verán afectadas. La tercera columna de su informe de gestión es la situación económica. Maduro asomó la digitalización y la dolarización de la economía”, agregó el consultor político.
Finalmente, Ramírez Colina indicó que el último eje del discurso de Maduro estuvo dirigido a ataques internos dentro del mismo chavismo. “Se refirió a la izquierda trasnochada y a la derecha trumpista”.
Más allá de su Memoria y Cuenta, Maduro deja entrever cómo será su gobierno en este 2021, cuando tiene el control de la Asamblea Nacional y pareciera tener control total del poder.
“No creo que tenga todo bajo control. En tres ocasiones habló el tema de las fallas sistemáticas de servicios públicos. Cuando vemos el mapa de conflictividad, esos son los temas que marcan el problema de la ciudadanía. La carencia de gasolina, agua, electricidad y gas doméstico”, explicó el especialista.
Asimismo, Ramírez Colina hizo alusión a la crisis económica que atraviesa Venezuela. “El venezolano está en un ambiente de hiperinflación. La primera semana de enero se registró 24% de inflación. Los ciudadanos viven una carrera por el alto costo de la vida. Es posible que la gente presione por cambios en políticas públicas, mientras la oposición buscará reorganizarse para una mejor conducción política”.
Mientras Maduro se afianza en el poder y los venezolanos luchan por sobrevivir, siguen los conflictos políticos a lo interno de la oposición venezolana.
“Para este año hay dos vertientes. La primera es que se puede esperar una mayor persecución contra un liderazgo en específico. La segunda es que Maduro fijó la agenda electoral y afirmó que este año habrá elecciones de gobernadores y en 2022 de alcaldes. Parte del G4 estaba evaluando participar en esas elecciones”, agregó Ramírez Colina.
El experto también destacó que el Alto Comisionado para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, se ofreció como observador internacional en los procesos electorales.
“Con ese escenario, parte de la oposición podría apostar por la cohabitación y evitar el escenario de persecución política”, puntualizó.
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