Vamos a ir a Caracas para conversar con la nutrióloga Susana Raffali. Cuando reparamos en las noticias de Venezuela, vimos que la FAO, la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ratificó que unos 6 millones de venezolanos pasaron hambre en el trienio 2019- 2021. Es decir, más de un quinto de la población sobre una base de 28 millones.
Dice Mario Lubetkin, quien es el subdirector y representante de la FAO para la América Latina y el Caribe, que “ninguna polÃtica por si sola puede promocionar la solución a esta problemática. Es necesario reforzar los mecanismos de coordinación nacionales y regionales para responder al hambre y a la malnutriciónâ€.
CMR- Susana, muy buenos dÃas, gracias por atendernos en esta mañana.
SR- Hola César Miguel, muchas gracias a ustedes por el espacio para reflexionar sobre estas noticias.
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CMR- Leo el informe y la FAO ratificó que 6 millones de venezolanos pasaron hambre en el trienio 2019-2021. Esto representa más de un quinto de la población. Más allá de las cifras y los frÃos números, qué nos dice esto, Susana, en la realidad.
SR- En la realidad siempre hago énfasis porque este informe sale cada año y más que el consumo de alimentos, hay que ver la capacidad de alimentos que el estado tiene por la producción y la importación. Cuando se dice que se estima que 6 millones de personas en 2021 estaban en situación de hambre, es porque el estado no tiene la capacidad suficiente. La capacidad que tiene el estado para garantizar la alimentación de la población, alcanza solo para 22 millones de los 28. Lo primero que denota esto es un estado de inseguridad y falta de garantÃas plenas para poder garantizar una alimentación adecuada para todos los venezolanos. Un ejemplo, si hoy en dÃa subieran el salario mÃnimo y lo equipararan a una canasta básica de alimentos, y todos salen a las tiendas, la comida no alcanzarÃa. Es muy preocupante. En sociedades tan desiguales como esta, que además eso se ha degradado mucho, significa que hay un gran contingente de población que no puede comer lo suficiente, ni siquiera hipotecando su modo de vida, mientras que otros están comiendo en exceso con una cantidad de recursos. En resumen, lo que tengo que decir, es que la cifra es muy alta y desafortunada, porque 6 millones de personas se quedarÃan sin comer y la despensa nacional se repartiera. Lo otro, es que poniendo una nota optimista, a pesar de que esto es alarmante, esto viene mejorando porque en el trienio anterior era 27%, más de 9 millones de personas en esta situación. El indicador refleja una mejora, pero la cifra real sigue siendo extraordinariamente alta. Quiero dar como referencia lo siguiente: esa cifra, en comparación a la región, es tres veces más grande que el promedio de personas en situación de hambre en América del Sur. Es tres veces más alta para niños con desnutrición crónica. Y para la nutrición aguda infantil, que hemos estado detrás de ella, porque de esta si se mueren los niños, es cuatro veces el promedio de América del Sur. Solo nos está ganando Haità con el 22% de prevalencia de esto y la situación es realmente vergonzosa, porque tenemos con qué ser el paÃs con la despensa alimentaria más rica del continente. Todo lo que está pasando se deben a decisiones polÃticas y a una administración del recurso alimentario muy precaria.
CMR- Susana te pregunta, la FAO dice que 6.5 millones de venezolanos pasaron hambre en el trienio. Un quinto de la población sobre una base de 28 millones ¿Los 21.5 millones que quedan por fuera, se alimentaron bien en su totalidad o también tienen algún problema?
SR- FÃjate que entre esos 22 millones, consideramos que el repuntaje que tienen en alimentación es un tercio de eso. De los 22 millones hay una proporción enorme de persona que están comiendo lo mÃnimo necesario para mantener la vida, pero no con una condición de vida saludable. Eso es el foco temático del informe. Este año el informe pone el foco en la calidad de lo que se está comiendo. El informe estima que para América del Sur una alimentación saludable cuesta en promedio 3. 60 dólares por dÃa. El salario mÃnimo de Venezuela llega al dólar por dÃa. Considero que solo hay un 7% de esa población que realmente está comiendo una alimentación consistente que conduce a una buena calidad de vida. El resto está comiendo lo mÃnimo para mantenerse vivo sin ningún tipo de calidad nutricional, y eso lo refleja el informe porque un cuarto de las mujeres de Venezuela viven con anemia, por Dios. Casi tres de cada 10 mujeres en Venezuela  están anémicas. No tener hambre no es suficiente, porque una persona puede pasar un dÃa con un litro de Coca Cola y una canilla de pan y no le da hambre, pero no están bien alimentados. En eso pone el acento el informe este año. Estamos con un poder adquisitivo alimentario del venezolano es tres veces menos que el valor de una dieta saludable. Esto es alarmante. No quiero terminar sin decir, que esperamos que se pronuncien los organismos que llevan las cuentas de esto, porque hace cuatro dÃas se presentó la Memoria y Cuenta con el presidente Maduro, y dijo que ese porcentaje era 7%. Si estos organismos especializados se basan en registros oficiales, quisiéramos que nos expliquen un poco la coexistencia de todo esto. Lo otro que nos preocupa mucho, es que dicen que el número de bolsas Clap que se reparten llegan a 6 millones de venezolanos. Creo que el informe nos da en la cara con la necesidad de revisar las cifras y sincerar la rendición de cuentas sobre esto.
CMR- Dios, pueden ser peores las cifras por lo visto. Susana, muchÃsimas gracias por los minutos el dÃa de hoy.
SR- A ustedes, gracias a ustedes. César, siempre mantengamos contacto.
CMR- Gracias a ti.
Esas fueron las declaraciones de la nutrióloga Susana Raffali en el programa En Conexión Radio, conducido por César Miguel Rondón.