NO MAS COMPROMISOS PARCIALES, LA CRISIS DEL CLIMA REQUIERE UNA POLÍTICA PLANETARIA

FA/CMR

En un discurso pronunciado en la conferencia del COP 26 el lunes 1 de noviembre, la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, ofreció una interesante reflexión al mundo desarrollado, sugiriendo que sus líderes no han aprendido el alto costo del interés nacional. «¿No han aprendido de la pandemia?» preguntó. «¿Puede haber paz y prosperidad si un tercio del mundo prospera literalmente y los otros dos tercios del mundo viven bajo asedio y enfrentan amenazas calamitosas para nuestro bienestar? 

El hecho de no proporcionar el financiamiento crítico y el de pérdidas y daños se mide en vidas y medios de vida en nuestras comunidades. Esto es inmoral e injusto …Entonces les pregunto: ¿qué debemos decirles a nuestra gente que vive en primera línea en el Caribe, en África, en América Latina, en el Pacífico, cuando tanto la ambición como, lamentablemente, algunas de las caras necesarias en Glasgow, no están presentes? «

Siguiendo con la idea central de la ministra de Barbados, revisemos lo que  escribió,  Stewart M. Patrick, investigador principal en gobernanza global en el Consejo de Relaciones Exteriores, importante Think Tank estadounidense, sobre la pertinencia de asumir una «política planetaria»ante la crisis climática.

Cito:»El mundo natural no obedece a fronteras soberanas, ni tampoco el empeoramiento de la crisis ecológica. Es hora de tomar medidas audaces para superar la desconexión entre un sistema internacional dividido en 195 países independientes, cada uno operando según sus propios imperativos, y una calamidad global que no se puede resolver de manera fragmentada. Es hora de gobernar el mundo como si la tierra importara. Lo que el mundo necesita es un cambio de paradigma en la política exterior y las relaciones internacionales de Estados Unidos, un cambio que tenga sus raíces en el realismo ecológico y que impulse la cooperación sobre las amenazas ambientales compartidas al centro del escenario. Llame a esta nueva visión del mundo «política planetaria». Todos los gobiernos, comenzando por Washington, deben designar la supervivencia de la biosfera como un interés nacional fundamental y un objetivo central de la seguridad nacional e internacional, y organizarse e invertir en consecuencia «.

Continúa el investigador: … “la mayoría de los países continúan tratando los desafíos ecológicos como prioridades de política exterior de segundo nivel, distintas de asuntos presuntamente más importantes, como la competencia geopolítica, el control de armas y el comercio internacional. Los resultados son predecibles: lo que pasa por gobernanza ambiental global es un mosaico de acuerdos débiles y específicos del sector, supervisados por organismos sin poder suficiente que no pueden hacer cumplir el compromiso. El destino del planeta depende en gran medida de una mezcolanza de compromisos nacionales descoordinados impulsados por consideraciones políticas y económicas internas a corto plazo”.

Stefan Lehne, académico visitante en Carnegie Europe, escribió recientemente que «La mitigación del calentamiento global trasciende intrínsecamente el alcance de la acción nacional»

Finaliza, Stewart M. Patrick,  afirmando que: “La crisis ambiental global requiere un nuevo arte de gobernar construido alrededor de la proposición de que todas las preocupaciones de los demás estados, desde la seguridad nacional hasta el crecimiento económico, dependen de una biosfera estable y saludable. Este marco revitalizado no descartaría el concepto central de interés nacional, sino que lo ampliaría para incluir la seguridad y la conservación del medio ambiente”

A lo que invita Stewart es a un cambio de paradigma. ¿Estaremos listos para asumirlo?